Derrota cultural consumada

Festejos de Halloween: El Municipio brindó seguridad y apuntó a la concientización

Sin inconvenientes.
Sin inconvenientes.

La celebración de Halloween transcurrió sin mayores inconvenientes, si se la compara con la del año pasado.

Primeramente, debemos aclarar que no vamos a hacer aquí una valoración sobre si está mal o bien que se promuevan este tipo acontecimientos, absolutamente ajenos a nuestra historia y cultura, puesto que parece ser una batalla perdida de antemano, en la que los principales combatientes deben ser los padres, quienes en su gran mayoría apoyan estas conductas, para luego, insólitamente,  quejarse por las consecuencias que suelen dejar estos festejos, cuya instalación, indudablemente ya es una realidad.

Debiéramos aprehender de nuestras experiencias, pero lamentablemente, como dijo el lucido filósofo contemporáneo Ringo Bonavena, esta, la “experiencia”; es un peine que te dan cuando ya estás pelado.

Volviendo al punto específico de la jornada del pasado miércoles 31 de octubre por la tarde, el Municipio dispuso a través de la Secretaría de Seguridad a cargo de Miguel Núñez, dispositivos de seguridad con la presencia de inspectores de tránsito y agente policiales, para evitar que los niños que participaron de la celebración, resultaran lesionados por algún vehículo.

También se vallaron la totalidad de los canteros de la plaza, medida que, fuera de la estética, resulto positiva para preservar las plantaciones.

Igualmente, en las primeras horas del jueves 1 de noviembre, los operarios municipales tuvieron una pesada tarea con la gran cantidad de desperdicios, en su gran mayoría los envases de espuma, que estaban esparcidos por toda la plaza, muchos de ellos alrededor de la fuente que el año pasado sufrió daños. Igual acción debieron realizar algunos comerciantes con la limpieza de sus veredas.

Pero todo esto, muy lejos de la sucedido el 2017.

Habrá que seguir profundizando medidas de concientización en cuanto a los festejos en sí mismos y, en lo posible promover nuestras propias festividades entre los más pequeños.

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