Después de actuar con misterio y hermetismo durante todo la jornada del lunes, este martes el secretario de Seguridad confirmó en declaraciones al noticiero televisivo de Cablevisión que los cinco policías detenidos en la causa de las siete muertes en las celdas de la Comisaría Primera de Pergamino están alojados en los calabozos de nuestra sede policial.

En su exposición, ya que no se puede llamar entrevista si no hay preguntas, quedo claro que la disposición de este lugar de detención fue una imposición del Ministerio de Justicia de la Provincia, a lo que Miguel Núñez dijo que no podía oponerse. 

Y esto es mentira, si tenía argumentos legales para hacerlo y no poner aún más en riesgo la seguridad de todo el pueblo, ya que por la entidad de la causa y la importancia de los detenidos, tiene que disponer de más personal para custodiar la Comisaría.

Todo esto ante la latente posibilidad de alguna movilización de los familiares y allegados de los fallecidos que claman venganza.

Y volviendo a la factibilidad de haberse opuesto a la orden administrativa del Ministerio de disponer momentáneamente el alojamiento de los agentes arrestados; bastaba con consultar al otro gran jurista del equipo gubernamental del Municipio, el doctor Leonardo “no me banco al matrimonio renovador” Armellini, quien desde hace años viene elaborando argumentos jurídicos contra la permanencia de detenidos en las Comisarías.  Imaginamos la carita del leguleyo concejal al escuchar al Piñón Fijo del derecho rojense, Miguel Núñez.