“Vienen por todos”

La crisis en Junín, según Claudio Camilo del Sindicato de Municipales

Claudio Camilo, secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores municipales.
Claudio Camilo, secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores municipales.

Por Javier Orellano, corresponsal de Rojas Ciudad en Junín

La impericia económica del equipo de gobierno causa zozobra en los trabajadores estatales tras la amenaza de achicamiento y la insensibilidad de funcionarios que -como casi siempre- harán que la fiesta del despilfarro la paguen los sectores más vulnerables.

Aunque, sin embargo, los municipales de Junín a pesar de lo que se pensaba en algún momento tendrán alguna ventaja comparativa con los demás trabajadores ya que la “cláusula gatillo” que figura en el convenio les permitirá acompañar los índices de inflación aunque al final –inevitablemente- pierdan poder adquisitivo.

En una entrevista, el secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores municipales, Claudio Camilo, consideró: “Estamos en una crisis muy profunda y mucho más para aquellos que tienen sueldos que en muchos casos apenas rozan el mínimo, vital y móvil”.

“Más allá de que nosotros, luego de una lucha feroz que mantuvimos y fue acompañada por todo el espectro municipal sin distinción de tipo de color político ni gremial, creo que somos los únicos que logramos obtener cláusula gatillo automática”, amplió.

De este modo podrán llegar a fin de año e ir mes a mes, acompañando a la inflación en cuanto al sueldo, pero, como señala el dirigente “con un dólar a 40 pesos y que no se sabe dónde va a parar y con una inflación que ya está programada  en pisar los 35 a 40 puntos, obviamente para los compañeros los sueldos no son los ideales y esto hace que sufran la crisis muy fuerte”.

— El Presidente de la Nación, en su último mensaje, culpabilizó a la clase media y baja por la crisis, aludiendo a su responsabilidad de gastar de más... ¿De qué se lo puede culpar al trabajador municipal?

— (Risas) Al trabajador municipal imposible. Cuando uno escucha eso de la boca del Presidente hace hervir la sangre. La soberbia, la pedantería, la falta de sensibilidad social que tienen los funcionarios nacionales, provinciales y algunos municipales, hace de que uno trate de ser muy cauteloso en las opiniones porque si no tendría que ser ofensivo.

Y a esta altura del partido  y frente a esta crisis, creo que se debe ser cauteloso con las declaraciones para evitar que se malinterpreten. Creo que el trabajador municipal puede ser culpable en algún caso de haber creído que este era el camino del cambio, ese es el único error, reitero, de algunos. Ahora han entendido que las promesas son para las iglesias y no para las campañas políticas.

— Un gobierno de corte neoliberal allá por la década del ’90 hizo desaparecer lo que quedaba en Junín del ferrocarril y sus talleres, como así también generó un profundo achicamiento del Estado, sin que la mayoría de la comunidad levantara la voz. ¿Puede ser qué ahora vengan por más y eso pegue también en el municipio?

— Van a venir por más. Porque así es lo que ha acordado el gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y es así lo que se ha firmado en el Acuerdo Fiscal  entre el municipio con la provincia. Establece una reducción drástica de los gastos públicos y va a pasar por el achicamiento de la planta de empleados, ya sea en sueldos o menos personal.

Obvio que nosotros no vamos a permitir dejar en la calle a ningún compañero pero seguramente intenten achicar los salarios que es una de las formas de tener menos gasto público. Y sí es muy similar a los años ’90 donde los periodistas decían que los ferroviarios, Entel (telefónica estatal) y otros era el “mal de toda la república”. Algunos neoliberales estaban contentos y aplaudían, algunas “familias bien” te miraban de reojo.

Pasó que después del caos sobrevino la crisis y entendieron que el que gasta la plata para que ellos sigan viviendo en forma “sana y saludable”, son los trabajadores, somos los que gastamos nuestros sueldos en la Argentina.

Entonces, cuando faltó en la ciudad el circulante del sueldo de cuatro o cinco mil ferroviarios, le cambió la cara para mal a Junín y es el día de hoy que todavía se padece la falta de actividad ferroviaria.

— Y del resto

— Claro, porque si a eso le agregamos que se seguirán achicando las dotaciones bancarias, municipales, judiciales, etcétera, Junín va a entrar en una crisis más profunda de la que estamos. Hoy el municipio no ha generado un solo puesto de trabajo. Se ha convertido en una gran empresa de eventos.

Festeja todos los días algo diferente. Si no es el día del peón, es de la sociedad de fomento, el día del enamorado, el día de la secretaria. Pero eso lo único que hace es mantenerse en la prensa y generar algunas notas periodísticas.

Pero no agrega ni un puesto de trabajo por lo que creo que vamos a una situación difícil porque Junín depende muchísimo del empleado estatal, a través de todos los organismos nacionales y provinciales que hay en el distrito y donde se empiece a achicar el plantel de ese personal y la liquidez se va a ver mucho más la crisis en lo laboral y en el comercio.

— Viendo el escaso mantenimiento de la cosa pública en el distrito ¿puede ser que la administración responsabilice a los empleados municipales por el estado de abandono?

— No sé si son capaces de decirlo, pero al menos cuando se presentaron referentes del agro por el estado de los caminos rurales pidiendo hacer el mantenimiento ellos mismos y para eso usar personal de otro gremio y no empleados del municipio, no escuché a ningún funcionario defender a los municipales.

Todo lo contrario, cuando en realidad ellos tendrían que haber reconocido que si los caminos no están en forma como corresponde no es producto del que maneja la máquina sino de quien la manda a manejar. Sus secretarios o funcionarios intermedios que no cumplen la labor o no la hacen cumplir como corresponde.

No creo que el intendente o algún funcionario defiendan al empleado municipal, sólo lo leí en una nota antes de las elecciones que decían que “éramos el motor del municipio”, pero creo que se han olvidado de los repuestos de ese motor. No tuvieron en cuenta en sus decisiones la situación particular y general del empleado.

— ¿Falta gente en la Municipalidad?

— Podría decirse que sí. Tal vez habría que hacer una reubicación del personal. Pero además de gente, faltan insumos, falta maquinaria, para los caminos o para la laguna. Sería bueno también cubrir los jardines maternales con alguna maestra o auxiliar más. Hoy la municipalidad está trabajando con personal que tiene tareas a full y excedidos de trabajo.

— Volviendo a esta fortaleza laboral de Junín enclavada en lo estatal y frente a esta posibilidad de que se pierdan numerosos puestos de trabajo ¿cómo se prevé enfrentar viendo que hay cierta pasividad por parte de la comunidad? ¿O dejaremos que nuestros vecinos queden fuera del sistema laboral como ocurrió en otros tiempos?

— Es cierto que si hoy perdés el trabajo y tenés 40 años, quedás fuera del sistema laboral, sos un paria. Yo creo que la dirigencia gremial tendrá que hacer una autocrítica muy profunda. Entender que la lucha de los trabajadores es una prioridad y debe estar por encima de cualquier condición personal, aun costándonos nuestros puestos de trabajo, a quienes tengamos que ir al frente de estas peleas.

Aquel que no entienda esto va a ser tan traidor como lo fueron en los años ’90. Esta es la realidad.

Esto no es políticamente correcto, pero a los trabajadores se los defiende en sus puestos de trabajo, en los ministerios y en la calle.

A la gente no le gusta cuando nosotros salimos a la calle, si hacemos una movilización, pero esta es la realidad y nuestro trabajo. La verdad es que si hay gente que se molesta conmigo porque salimos a la calle a defender los puestos de trabajo de mis compañeros, no me interesa. Me interesa que mi compañero tenga la seguridad de que voy a estar ahí defendiéndolo.

— ¿Y esto lo entiende el resto de la dirigencia?

— Lo tienen que entender. Tenemos que hacer menos política de prensa y más acción de trabajo. Insisto, necesitamos una autocrítica profunda y entender que tenemos que dejar egos de lado y ponernos codo a codo, con los compañeros estatales, los de la carne, los del vestido, los bancarios, los de la AFIP, porque vienen por todos. A algunos nos tocará primero y a otros después pero vienen por todos.

— ¿En base a tu experiencia creés que se puede lograr esa unión?

— Nosotros en un momento fuimos “todos del campo” y a mí no me agradaba mucho ver al productor paseando con un toro o un chancho por el centro, sin embargo pensaba que en ese momento era justo lo que se estaba haciendo y mi gobierno, porque soy justicialista, entendía que se equivocaba.

Por eso sería bueno que esa gente que en ese momento “éramos todos”, ahora también “seamos todos laburantes o estatales”. Es importante que la gente de campo entienda que ahora es tiempo de que nos vengan a defender a nosotros.

Realmente los que tienen que hacer autocrítica son ellos y no nosotros. Nosotros, los dirigentes gremiales, aún con errores, vamos a seguir defendiendo siempre los derechos de los trabajadores, siempre. Tenemos errores y muchos, pero nuestra prioridad no cambia.

Entonces, la sociedad tiene que entender que no es un destrato que les pongan cuatro pesos de impuesto a las exportaciones porque en definitiva están poniendo cuatro de cada dólar de 40, un dólar de 36 que hasta hace 15 días atrás valía 25 pesos. Les sigue quedando algo de plata.

Destrato es el que nos hacen a los trabajadores, que no nos alcanza para comer. Esta es la realidad y en esta situación, no sé si podrá lograrse la unión, pero por lo menos los que queremos seguir caminando por la calle tranquilos de haber cumplido con nuestro deber, vamos a estar donde tenemos que estar.

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