La crítica situación económica y social del país está hiriendo de muerte a muchas empresas nacionales. La última noticia que repercutió en los medios fue el cierre de la panificadora Maitén ubicada en la localidad bonaerense de Chacabuco: la decisión dejó sin empleo a 18 trabajadores y llegó después de que la marca de bizcochos Don Satur le rescindiera el contrato de abastecimiento que tenía hasta fin de año.
En un principio, circuló que la compañía que bajaba las persianas era Don Satur, la popular firma de bizcochos de grasa. Rápidamente, la noticia repercutió en las redes sociales con el lema #conlosbizcochosNO. Fuentes cercanas a la empresa informaron a NOVA que Don Satur sigue funcionando, pero debido a las bajas ventas, rescindieron el contrato con una de las panificadoras que los abastecía.
A pesar de que el quiebre de Maitén ya fue anunciado, reconocieron que las partes comenzaron a explorar alternativas para evitar la caída definitiva de la panificadora. Luego de que el tema tomara tanta trascendencia, el Gobierno intercedió y le pidió al sindicato que resuelva el problema que “solo afecta a 18 trabajadores”.
Desde el entorno de María Eugenia Vidal, habrían llamado a la empresa y al Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA) para se llegue buen puerto, cooperando económicamente en lo que sea necesario.
Chacabuco, ciudad castigada por el desempleo
De concretarse el cierre de la firma proveedora de la reconocida marca de bizcochos Don Satur, sus trabajadores pasarán a engrosar el listado de 390 individuos que perdieron sus empleos en distintos rubros por reducción de personal o cierre de fábricas en Chacabuco a lo largo de los últimos tres meses.
En las últimas semanas, se generó el cierre de empresas como la molinera Cuesta Colorada, ubicada en el parque industrial local, y la estación de servicio Petro Nort, con más de 50 años, donde cumplían tareas seis trabajadores.
La “macrisis” llegó a los bizcochos
En 1967 Don Saturnino fundó una pequeña panadería donde se producían variadas exquisiteces, entre ellas el tradicional bizcocho de grasa. Con el transcurrir de los años, el bizcocho, se fue haciendo más popular y toda la familia trabajó para abastecer la demanda.
Después de más de 50 años, la empresa entró en una crisis que significó recortes de diversa índole, como finalizar contratos con firmas con las que terciarizaba el trabajo.
