Tratos injustos

Nuestros jubilados, los perjudicados de siempre

Esperas desde horas muy tempranas.
Esperas desde horas muy tempranas.

Como si percibir unos haberes que causan indignación, no fuera suficiente acto de injusticia hacia nuestros jubilados, también los sometemos a pasar largas horas en los centros de pago para cobrar.

Y muchos de ellos para lograr acceder a los primeros lugares de la fila de cobro, concurren a las puertas de las entidades bancarias muy temprano, pudiéndose observar cómo,  hacia las 6.30 de la mañana ya se van congregando a la espera de su apertura.

Tanto las autoridades bancarias, como políticas, más específicamente del área de tercera edad, deberían abocarse al tema inmediatamente para elaborar medidas que permitan facilitarles la percepción de sus ingresos, sin que tengan que perder su valioso tiempo y que tampoco pongan en riesgo su salud.

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