Aquí en Rojas el único que parece tener todo cocinado es el oficialismo de Cambiemos con Armellini que ya renovó los tramites de su beca parlamentaria e irá encabezando la lista, con Andrea Bonomo, Mónica Almar y Nicolás Scardino. El resto de los lugares serán elegidos por el Ejecutivo y el radicalismo, sin participación PRO, que en este distrito han preferido un cargo antes que exponerse al voto de la gente.

La única fuerza opositora, el Frente Renovador, no ha logrado avanzar en una unidad por la intransigencia en ceder lugares durante las conversaciones. Quien primero rompió esas charlas y pretende ser el primer adelantado es Pablo Molina, quien utilizando tácticas de la vieja guardia, atrapó en su tela de araña a una de sus oponentes, la concejal Silvina Chein, prometiendo construir una unidad que ya sabía de antemano no se daría por los compromisos que él mismo asumió con vecinos y militantes a los que prometió un lugar en su lista.

Y los números no le daban ni para ubicar a su mamá,  por lo tanto la estrategia casi le da resultado, porque le hizo perder a Chein un tiempo precioso en su armado. No obstante este obstáculo, la concejal está preparada con su gente para la contienda electoral.

Y quienes vienen silbando bajito sin desgastarse hasta el momento con estas discusiones son Carlos “Tati” Bramati y Carlos Salinas, quienes también conformaron su espacio y participaran. Por lo que este sector si disputara una verdadera interna y por primera vez sin ningún Caso en particular.

Párrafo aparte en nuestra ciudad para la situación, más que del GEN, de su única edil Marilin Pugliese quien con su patética actitud de venderse al oficialismo en este periodo, ha socavado cualquier posibilidad de conversaciones a nivel local para integrar listas, ante la alianza entre Stolbizer y Massa.  Por lo que el GEN presentará muy probablemente su lista con vecinos que estarían debutando a las actividades políticas.

Y por último, quienes están más perdidos que “Menem en la neblina” son los justicialistas rojenses, que ante los últimos movimientos a nivel provincial están más que desorientados, y definirán sus nombres en tiempo de descuento.