Este camino rural se encuentra clausurado desde su nacimiento en la Ruta 31, con motivo de la impericia de los funcionarios de la Secretaría Vial que provocaron daños en su trayecto, de tal magnitud, que por el momento no quedo otra alternativa que la de prohibir la circulación de vehículos de cualquier tipo.

Y como si esto no fuera suficiente para complicarles la rutina diaria a los habitantes y productores rurales de la zona; aparecieron ciudadanos desaprensivos, sin ningún tipo de conciencia social, que están convirtiendo la traza en un basural.

Estas denuncias las hacen los mismos vecinos del lugar, que hasta el momento no han logrado que las autoridades realicen alguna acción para solucionar esta situación.

Es más, la única máquina que envió la Secretaria realizo movimientos para tapar la basura, lo que literalmente transformaría  a ese sector en un nuevo depósito de residuos.

La realidad que tienen que soportar estas familias es incalificable; nos manifiestan que han llegado no solo a arrojar estos desperdicios, sino que también utilizan la zona para abandonar a sus perros. Absoluta vergüenza.

Las autoridades están al tanto. Hagan lo que tienen que hacer. Su trabajo para garantizar la calidad de vida de los vecinos.