Para sorpresa de muchos, este fin de semana, como si se hubieran puesto de acuerdo, el secretario de Gobierno Cristian Ford y el diputado Gustavo Vignali, mostraron de distinta forma sus deseos para el futuro político no muy lejano de cada uno de ellos.

Si estuviéramos en Ciudad Gótica, podríamos decir que a Batman Rossi, se le reveló su fiel ladero Robin Ford y que el Acertijo Vignali sigue con sus dudas clásicas para la Intendencia.

Ford manifestó su decisión de presentarse como candidato a intendente en el 2019, y si bien aclaró que seguirá en la gestión hasta el final del mandato, con esta declaración Rossi ya sabe que tendrá a quien fuera su mecenas económico en la campaña electoral del 2015 como su rival para intentar un segundo mandato. Y como uno de los movimientos de su jugada, seguramente intentará colocar gente de su palo en las listas para concejales de este año. 

Y Gustavo Vignali, a diferencia de otras veces, ha dejado la cautela de lado para referirse a la actual gestión, y criticó concretamente el incremento de la planta de empleados municipales.

Y no se quedó ahí con sus cuestionamientos, sino que avisó que el resto de cosas que, según su visión son mal manejadas, las va a hacer saber en el seno de Cambiemos como representante de la UCR. Y ya deja saber abiertamente que más allá de ser disciplinado orgánicamente con las decisiones del partido; la actual administración municipal no es de su agrado. Y sus seguidores se harán sentir en una interna.

Hasta el momento, Claudio Rossi va realizando su juego sin tener en cuenta las opiniones del partido radical, posición que muy probablemente vaya cambiando a medida que se acerque la fecha eleccionaria. Anhelo tanto hacer uso y goce de este poder, que no la va a entregar sin dar batalla.