En primera persona

Joven rojense relató su experiencia en el recital del Indio Solari en Olavarría

Nicolás Gaynor, junto a cuatro amigos, viajaron a Olavarría para presenciar el recital del Indio Solari, como ya lo habían hecho anteriormente, al concurrir a Mendoza, Tandil y Junín.

Esta experiencia previa, los ayudo a mantener la calma en los momentos más complicados y, no sufrir las consecuencias de los incidentes que terminaron con la vida de dos personas.

Nos cuenta Nico que salieron desde Rojas a la madrugada del sábado, en el auto de uno de los integrantes del grupo de amigos, instalándose en Olavarría en la mañana de ese día.

Como todos, debieron dejar su vehículo a unos 5 kilómetros del predio donde se desarrollaría el show. A diferencia de otras puertas de ingreso, la de ellos se mantuvo sin tumultos, pudiendo ingresar a las 20, previo cacheo y corte de ticket. Lograron acomodarse a unos 5 metros del escenario.

Y nos manifiesta que el predio era quizás más grande que los de los otros eventos, pero de una forma irregular, que no permitía tener un amplio recorrido hacia los costados cuando se ejecutaba el famoso pogo, ese ir y venir a los saltos descontrolados para un lado para el otro que se chocaba con los límites del lugar.

Observaban que a medida que se acercaba la hora de inicio del recital, era cada vez mayor el flujo de personas que ingresaba al lugar. Cuando se produjeron las avalanchas que causaron las dos muertes, ellos se encontraban a aproximadamente 100 metros de allí. Y a partir de que se reanuda el espectáculo, ya nada fue igual, comenzaron a sentirse como ahogados y con indicios de falta de aire, lo que después comprobaría que era una baja de la presión. Por lo tanto fueron retrocediendo hacia el fondo y cuando llegó el final del espectáculo cada uno de los cinco del grupo se encontraba en lugares diferentes.

Nicolás y sus amigos nos cuentan que,  en esos momentos, había solo dos salidas, por las que obviamente resultaría imposible salir. Atento ello la multitud comenzó a presionar las paredes externas que estaban confeccionadas de una mezcla de madera bastante dura, pero que cedió ante la fuerza desesperada con que empujaban, y gracias a esos agujeros, fueron escapando literalmente la mayoría de los presentes; sino quizás hoy estaríamos hablando de una tragedia mayor.

Luego de esa salida caótica, una vez afuera se encontró solo y perdido en tiempo y espacio, llevándole tres horas de caminata ubicar al vehículo  y a sus compañeros. Y en una decisión prudente decidieron una vez que se habían comunicado con sus familiares, permanecer toda la madrugada allí en Olavarría, descansando y salir para Rojas el domingo por la mañana.

Así lo hicieron y llegaron finalmente a nuestra ciudad el domingo por la mañana para tranquilidad de sus familiares y allegados.

Consultado sobre si volvería a un próximo recital, nos respondió que sí. Que él considera que cada uno es responsable por sus conductas y que, muchos de los que participan de estos eventos no son conscientes del daño que causan a todos y a ellos mismos, por las condiciones en que se predisponen en cuanto al consumo de alcohol y estupefacientes en forma descontrolada, y que son el origen de estos desmanes ya clásicos en los festivales del Indio, y que esta vez se cobraron la vida de dos personas y aun hoy no se sabe nada de nueve personas.

Lamentablemente no todos los jóvenes se comportan con la madurez exhibida por Nicolás y sus amigos. Y esas acciones no surgen milagrosamente, sino que vienen de bases sólidas construidas con el ejemplo de las familias y la educación recibida.

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