Luego de escuchar los argumentos y ver la documentación que puso a disposición de la prensa y la comunidad la concejal Silvina Chein, en nombre del bloque del Frente Renovador, sobre la rendición de cuentas del periodo 2016 del Gobierno municipal, bien podríamos decir que ante tantas irregularidades, los funcionarios involucrados estarían en condiciones de utilizar la ley del arrepentido para ir cubriéndose de responsabilidades penales.

Habrán creído que con sacar de su puesto a la anterior jefa de Compras era suficiente para garantizarse impunidad, pero han sido tan avaros, que se condenan a sí mismos.

Son tantos los casos relatados que cuesta enumerarlos sin que se escape alguno, como la facturación millonaria por alquiler de maquinaria a las empresas del socio de Rossi por un lado, y por otro a la del consuegro. Otra donde forma parte el hijo del intendente. 

Empresas creadas al solo efecto de facturarle al Municipio, ya que arrancan su actividad tributaria con este único cliente. No tienen otro. Basta con cotejar la numeración de las facturas todas correlativas.

Facturar servicios por trabajos que no se han hecho como el hermano de la secretaria privada Ranieri y el sobrino de Calderone, que cobraron por cortes de pastos que cualquier vecino debe recordar que, el año no se hicieron.

Se ve que no les alcanzó con aumentarse  hasta límites escandalosos y asfixiantes sus sueldos, solo los suyos ¿Los empleados? Bien, gracias.

Y una nota aparte merece la captación del voto de la concejal del GEN Marylin Pugliese en el HCD, a través de la facturación de su pareja Cámpora. Otro capítulo.