Otra vez más un acontecimiento popular de trascendencia para una parte de la ciudadanía, se ve opacado por la utilización de los llamados fuegos artificiales y bombas de estruendo, que ya se ha demostrado que resultan sumamente perjudiciales para los vecinos que sufren un determinado problema de salud, y también alteran sobremanera el comportamiento de los animales, ocasionando en infinidad de oportunidades que muchas mascotas se escapen y cueste recuperarlas.
Lamentablemente, es una realidad recurrente que debe ser cambiada generando conciencia sobre los daños que se pueden causar con este modo de celebrar o recordar hechos de importancia para la comunidad.
Esa tarea le corresponde al Estado que, muchas veces para determinados acontecimientos patrióticos lleva a cabo una serie de estallidos con salvas de armas que provocan los mismos inconvenientes.
Es decir que debe ser una acción de todos tomar el tema como verdaderamente se merece, y no continuar haciéndonos daños unos a otros, como si fuéramos una sociedad de bárbaros.