En este escenario de ajuste y recorte, NOVA fue el único medio que le dio voz al reclamo penitenciario, denunciando uno por uno los atropellos de la Intervención y revalorizando el trabajo del personal, que debe cumplir sus funciones en pésimas condiciones y por sueldos miserias. Sin embargo, los que también tienen derecho a hablar son los internos: como sucedió la semana pasada, se comunicaron familiares de un recluso, esta vez para denunciar un hostigamiento constante, con vejaciones y torturas.
Según el propio Diego Cabrera, antes de ser trasladado de San Nicolás a Mercedes (sin ninguna orden judicial), recibió una paliza por parte de algunos agentes que le advirtieron que en su próximo destino la iba a pasar peor. Algo similar le había ocurrido en Junín.
Actualmente, el interno está alojado en una celda castigo del segundo piso de la Unidad N° 5 de Mercedes, de 2x2, sin baño (orina en botellas y defeca en un tacho), sin agua ni atención médica, como lo retrata el video que acompaña la nota, filmado por el propio preso.
Sus allegados, desesperados, aseguraron que el hostigamiento es reiterado y el motivo es evidente: ser hermano de Juan José “Noni” Cabrera, uno de los 7 jóvenes que fue perdió la vida en el Calabozo 1 la Comisaría de Pergamino el 2 de marzo de este año. “En esa comisaria había 18 detenidos, a los sobrevivientes y familiares les están haciendo la vida imposible”, expresaron.
En relación al lamentable episodio de Pergamino, cabe mencionar que una de las versiones indica que “Noni” Cabrera habría sido factor fundamental para que se produjera el incendio: su llegada a la Comisaría habría revolucionado el clima entre los detenidos que ya había allí, fue la gota que desbordó el vaso. Por eso, a su hermano le están haciendo pagar los platos rotos.
Sobre el trágico incendio, hay dos versiones: por un lado, los policías aseguraron que las llamas fueron provocadas por los propios presos, que arrojaron ropa y colchones prendidos fuego al pasillo del calabozo; por el otro, los internos afirmaron que fue una masacre desencadenada por los uniformados: familiares y testigos declararon que los efectivos los estaban torturando y amenazando a los detenidos, y tienen mensajes de celular previos al motín.
Ante este escenario, los familiares del recluso pidieron intervención inmediata de la Justicia: "Si nadie actúa, o lo matan o se mata, no soporta más el hostigamiento", sentenciaron.
