El pasado jueves 15 de febrero, las oficinas de este servicio público fueron blanco de piedras arrojadas por un par de imbéciles que no tienen cosas más interesantes que hacer por sus vidas.

La consecuencia de este hecho, fue la rotura de los vidrios de la puerta principal y algunos de la planta alta del edificio.

Es de esperar que rápidamente se tenga la identificación de estos cretinos, atento la cantidad de cámaras de seguridad existentes en la zona. El encargado de la oficina radicó la denuncia en la Comisaría.

Más allá de este evento puntual, no pudimos dejar de observar el estado que presenta la sucursal en todo su exterior. Suciedad, yuyos, falta de pintura, en fin, una falta total de mantenimiento.

Es lamentable que una oficina que ofrece un servicio público tenga este aspecto de abandono.