El Semanario de Junín publicó una editorial analizando qué país eligen para vivir los representantes de la gente, quienes de modo permanente desde su llegada al poder en 2015 han estado contando un cuento de presente y futuro fabulosos.

En la Argentina se da una paradoja interesante, ya que se dice que es el país que más psicólogos tiene por habitante y sin embargo, pareciera que necesitáramos uno que se ponga al frente y nos genere unos disparos mentales para entender el grado de confusión que nos produce el diario vivir y nos encamine hacia un poco de realidad.

La semana pasada, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, en un mismo discurso pronunciado en Córdoba, sostuvo que “tenemos los impuestos más altos del mundo”, para luego hacer mención a que para lograr el déficit cero, había que aumentarlos.

Es sabida la maquinaria de este Gobierno a favor de esta “ingeniería social” que busca manipular a la opinión pública, pero parece que tal manipulación se torna en una estupidización absoluta de la sociedad.

En el mismo sentido, la gobernadora María Eugenia Vidal, salió a “apoyar a las pymes” bonaerenses con créditos al 30 por ciento anual, cuando lo que faltan son políticas que atiendan el consumo cada vez más derrumbado y perspectivas ciertas en un mundo en el que los países no ofrecen ningún tipo de ventaja comercial.

¿Intenta ventajas “productivas” en una Argentina en la que los bancos otorgan más de un 50 por ciento anual a plazo fijo y en letras se ofrece más del 70 por ciento para evitar corridas cambiarias y en medio de todo eso el negociado es de unos pocos y por lo general afines al gobierno?

Un país donde la nafta aumenta porque aumenta el dólar y cuando el dólar baja la nafta aumenta porque hay otra excusa válida para las corporaciones multinacionales, mientras el trabajador no logra encontrar una excusa para no pagar los servicios, para lo cual ya no le alcanza la plata.

Un Junín que tiene un intendente que asiste en medio de propaganda rimbombante a un foro de “megaciudades”, cuando ha sido el gestor en estos últimos tres años de una ciudad cada vez más empobrecida en lo económico, social y cultural.

Un jefe comunal que gusta de presentar proyectos faraónicos, cuando después no le alcanza la plata para comprar lámparas para los semáforos y menos aún para invertir en la salud de los vecinos mejorando la calidad del agua que llega a sus hogares, aunque no a todos porque él se preocupa de poner filtros adecuados en las canillas de su casa.

Qué país eligen para vivir los representantes de la gente, quienes de modo permanente desde su llegada al poder en 2015, han estado contando un cuento de presente y futuro fabulosos, cuando ahora el presente es de sacrificio y el futuro de frustración, cuando leemos que el Fondo Monetario Internacional, que le extiende créditos a cambio de disciplina hacia el orden mundial, critica la economía implementada.

En qué país vivimos quienes nos permitimos disentir con la posverdad de Cambiemos, almibarada con poemas que prometen amor romántico y felicidad cuando hasta ahora no han sido más que una “viuda negra” que nos tiene adormecidos mientras procede al saqueo.

¿En qué país vivís? ¿En cuál?