Opinión

Cambiemos y la mayor defraudación a su propio electorado de la historia

De la revolución de la alegría a la tristeza del día a día.
De la revolución de la alegría a la tristeza del día a día.

Por Pablo Molina (*)

En tres años del Gobierno de Cambiemos y con las noticias que día a día demuestran incapacidad e insensibilidad y que le llevan angustia a la mayoría de la población cabe una reflexión como resumen de este malísimo año que está por terminar.

Es evidente y muy obvio, que casi no hay sector de la economía que la esté pasando bien…  esto ya nadie lo discute ¿O sí?  La pregunta sería: ¿Cómo se ha llegado de ser “el mejor equipo de los últimos 50 años” a la mayor defraudación a su propio electorado de la historia de esta castigada Argentina?

De la promesa de pobreza cero; al aumento enorme de pobres (cerca del 30 %) y sobre todo condenando a la pobreza a casi la mitad de nuestros niños y jóvenes.

De las metas de inflación a la baja y de fácil control; a la mayor inflación de los últimos 27 años.

De los jubilados van a estar mejor a la condena de los mismos a la pobreza extrema.

De nadie va a pagar impuestos a la ganancia a muchos más trabajadores que pagan ese impuesto absurdo y regresivo.

De la lluvia de inversiones a la ida al FMI (sumergiendo a la economía a décadas de deuda e intereses).

De los argentinos debemos pensar en pesos a la mayor y más rápida devaluación que se tenga memoria y con un dólar a casi $ 40.

De las tarifas pagables a las tarifas impagables.

De la revolución de la alegría a la tristeza del día a día…

Y otras tantas y tantas promesas y anuncios que no se cumplieron o peor aún se hizo todo lo contrario.

Claramente este modelo económico está terminado desde su concepción misma.

Como oposición tenemos una doble responsabilidad hacia la sociedad que espera con ansias el castigo en las elecciones a Cambiemos.

Por un lado brindar a la sociedad una propuesta y alternativa de unidad con ideas claras, modernas y concretas que le lleguen rápidamente al bolsillo a la vez romper con la resignación y la idea de que no hay esperanza y por otro lado consolidar un gran equipo que pueda pilotear en la tormenta casi perfecta que el gobierno está gestando.  Pero fundamentalmente transitar sin dolor en la evidente y ya innegable “pesada herencia” con la que se va a encontrar a partir del próximo 10 de diciembre de 2019 este bendito y castigado País.                               

 (*) Referente del Frente Renovador de Rojas.-

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