La errática, por calificarla prudentemente, política económica del Gobierno nacional está elevando los índices de pobreza a niveles muy lejanos de la prometida “pobreza cero”.
Es una cuestión innegable que no se puede ocultar con ningún spot publicitario.
Y esta publicación no pretende echar culpas a unos o a otros en este contexto de incipiente violencia pre-electoral, donde todos critican a los demás, y se olvidan de los padeceres que ellos mismos causan con sus ambiciones personales a la población que los vota.
La imagen que acompañamos corresponde a la noche del miércoles 13 de marzo de 2019 en el canasto de depósito de residuos de la Plazoleta Güemes en la esquina de Iribarne y Muñoz.
Y viene a consolidar las preocupaciones que gran parte de la comunidad vuelca en sus charlas diarias cuando salen a hacer las compras para alimentar a sus familias. Hoy en día la angustia por no saber si se van a poder pagar a fin de mes las boletas de los servicios, está quedando relegada por el verdadero drama-sin exageración- de llevar el plato de comida a la mesa familiar.
No hace falta ser un reconocido economista con diploma de Harvard para reconocer los malabares que hoy en día debe hacer una familia tipo para cubrir el desayuno-almuerzo-merienda y cena.
Es una dolorosa realidad que los gobernantes no deben ignorar para poder revertirla.