La iniciativa surgió del cuerpo de docentes y fue acompañada por los alumnos y sus familias.

Durante dos meses en el taller de cocina elaboraron pizzetas, pre-pizzas y tallarines que cada estudiante junto a su familia se encargaron de vender.

Así juntaron el dinero necesario para la confección de las camperas que desde este viernes 17 de mayo de 2019 exhiben orgullosamente con la satisfacción de saber que lo lograron con su esfuerzo compartido.

La comunidad del colegio agradece a todos los que colaboraron donando materia prima y hacen saber que para continuar con estos emprendimientos están necesitando adquirir una nueva máquina amasadora, dado que la actual lleva varias campañas y pasa más tiempo en el service que funcionando.

Seguramente los corazones solidarios que tanto empujan el crecimiento de la institución volverán a decir presente.