Una victoria en Río Cuarto

Monsanto bajó una demanda y no podrá instalarse en una ciudad cordobesa

“Cuando hay resistencia y conciencia ambiental de parte de un pueblo, no hay multinacional que se pueda instalar”, festejó la Asamblea Río Cuarto sin Agrotóxicos.
“Cuando hay resistencia y conciencia ambiental de parte de un pueblo, no hay multinacional que se pueda instalar”, festejó la Asamblea Río Cuarto sin Agrotóxicos.

Los vecinos de Río Cuarto, en la provincia de Córdoba, refrendaron aquello de que la única batalla que se pierde es la que se abandona. Luego de casi cinco años de litigar en los tribunales, Monsanto desistió de continuar con el juicio contra el municipio que le había impedido en 2013 la instalación de una planta experimental de semillas, luego del fuerte rechazo de la población. “Ganamos en calidad de vida”, destacan.

En una entrevista con el diario local Puntal, el fiscal municipal Julián Oberti confirmó que recibió en las últimas horas la notificación de la decisión asumida por los representantes legales de la multinacional.

"Esto da por concluido el proceso y a la vez impide a la firma la posibilidad de poder volver a reclamar en el futuro por la misma causa", destacó el funcionario.

La renuncia de Monsanto tomó por sorpresa a la propia Asamblea Río Cuarto sin Agrotóxicos, la agrupación que movilizó al resto de la ciudad en el rechazo al gigante –hoy en manos de Bayer– que en el mundo enfrenta más de 19 mil juicios por los presuntos efectos cancerígenos del glifosato, su producto estrella.

“Nosotros estamos muy contentos porque es una gran noticia para la ciudadanía, sin dudas, ganamos en calidad de vida, pero también tenemos nuestros recaudos porque no confiamos en la empresa. Si quedó claro que por lo menos en esta causa no tienen más nada que hacer. Eso quiere decir que Monsanto Bayer ya no va a poder pedir la habilitación para una planta experimental de semillas en aquel predio porque al no ir hasta las últimas instancias judiciales, el decreto que lo prohibió quedó firme”, explica Lucia de Carlo, abogada de la Asamblea.

En julio de 2012, la multinacional anunció su intención de instalarse en la ciudad, lo que generó una inmediata reacción de la Asamblea, que empezó a difundir la concientización sobre los daños en la población y el ambiente y a organizar la lucha.

La presión popular logró que la empresa presentara un estudio de impacto ambiental, aunque enseguida se detectaron falencias técnicas, lo que derivó en un decreto del entonces intendente Juan Jure que impidió la instalación de la planta, argumentando los incumplimientos e irregularidades en dicho informe, así como la necesidad de garantizar la paz social.

En septiembre de 2017, el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba rechazó un recurso del municipio de Río Cuarto y habilitó a Monsanto a iniciar una demanda por "discriminación", que se estuvo desarrollando hasta esta semana, cuando la empresa finalmente decidió retirarse.

Si bien Monsanto no se pronunció de manera oficial, se especula que la decisión de no continuar con el juicio responde a una estrategia para “limpiar” la imagen y evitar perder un nuevo pleito legal.

“Para nosotros –concluye de Carlo– fue un aprendizaje muy productivo. Cuando hay resistencia y conciencia ambiental de parte de un pueblo, no hay multinacional por más grande que sea que se pueda instalar”.

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