Realmente los calificativos para estos actos van desde la estupidez humana hasta una mente criminal. Es sinceramente inentendible el objeto que se persigue al quitar las tapas de las conexiones eléctricas de las luminarias de este espacio.

Precisamente por estos días, este predio se está refaccionando en toda su extensión, para que pueda ser disfrutado como corresponde por las familias rojenses.

Y son los mismos vecinos los que alertan sobre estos episodios con los que se encuentran cuando concurren a pasar un momento de distracción y esparcimiento.

Es muy difícil combatir estas conductas, ya que no se puede mantener una vigilancia permanente de cada espacio público. Lamentablemente es la realidad que atraviesa todo la sociedad.

No quedará otra que, como se dice popularmente “barajar y dar de nuevo”, en lo que respecta a la educación de nuestros niños y los ejemplos que reciben de los adultos.