Una persona envió una nota a nuestra redacción para alertar sobre supuestas estafas bancarias a través del teléfono, de la que pudo salir airoso. Sin embargo su preocupación es que nadie sea embaucado.
La historia es así: a través de la compra-venta de objetos en las redes sociales, una persona se contacta y acepta lo que debe pagar por el producto o servicio, entonces hace una transferencia colocando un cero demás a la suma acordada (si son 8 mil pesos, la persona envía 80 mil pesos en captura de pantalla de la transferencia, un comprobante falso).
Ahí, luego de ese paso, quien transfiere se comunica con el vendedor para decirle que por error depositó de más y que deberá hacer la devolución de la diferencia, es decir de unos 72 mil pesos y de ser desprevenida la persona vendedora, puede ejecutar esa acción y de esa manera estafada.
Debe prestarse mucha atención a estas emboscadas virtuales y telefónicas. Si alguien no está seguro de lo que está haciendo, es mejor asesorarse, no sin antes cortar todo tipo de comunicación. No hay que brindar datos financieros, de familiares ni nada que esté por fuera de la transacción que motivó la comunicación.