De acuerdo a fuentes policiales, sería cuestión de horas para que la fiscal interviniente en la tramitación de esta causa libre la orden de detención sobre el principal sospechoso de participar de este delito.
Todo se precipitó en las últimas horas de la tarde del martes 7 de noviembre, cuando se llevó a cabo un allanamiento en un domicilio céntrico de calle Dorrego al 500 esquina Hilario Lagos, donde fue secuestrado un utilitario marca Peugeot-modelo Partner- que habría sido utilizado por quienes cometieron el hecho, según los registros fílmicos de cámaras de la zona.
También se incautó otro del mismo tipo y marca –modelo Expert– por registrar adulteraciones en su documentación. Por esta cuestión se inició otra causa distinta.
Las tareas investigativas de la Policía al mando de Cristian Gómez y Pablo Fernández fueron exhaustivas y responsables, llegando a este domicilio, donde se ubicó el vehículo en el que se movilizaban los delincuentes, según las probanzas de la causa judicial.
El individuo domiciliado en ese lugar ya estaba siendo investigado por haber estado días antes realizando trabajos en la vivienda de la víctima y, asimismo en los departamentos que se ubican en la esquina de General Alvear y Paso, desde donde se supone que tomo nota de datos fundamentales a la hora de cometer el ilícito.
Se trata de un conocido plomero, cuyas iniciales serian E. M. Y, repetimos, con todos los elementos de prueba e indicios aportados por los agentes que participan de la investigación, sería cuestión de horas para que la Fiscal solicite su detención.
En los hechos el sujeto sospechado está siendo vigilado por las fuerzas policiales discretamente para evitar inconvenientes en su ubicación cuando lo pida la justicia.
Estos avances de la causa fueron conocidos anoche por la damnificada, Mabel Fauda, quien lamentablemente falleció esta mañana como consecuencia de un infarto. No podemos asegurar que todo esto que ha padecido Mabel fue la causa de su deceso, pero indudablemente ha sido gravitante en su salud estos últimos días con una notoria angustia que no podía ocultar.
Para quienes tuvimos la dicha de conocerla, ser sus alumnos y disfrutar de su amistad con mi madre, como ella, docente de toda la vida en la ENSNA, solo pedimos justicia para que pueda descansar en paz como se merece.