La otra cara de la violencia de género

Joven cansado de denunciar hostigamiento de su exmujer

Imagen ilustrativa.
Imagen ilustrativa.

En una relación amorosa de pareja suele haber altibajos, buenos momentos, peleas y el rompimiento de ese vínculo, a veces en buenos términos y a veces no tanto. Cuando prima la violencia, generalmente la Justicia hace valer más los derechos de la mujer, por una cuestión histórica del machismo patriarcal, cuyo pie aun suele estar sobre la cabeza de muchas.

En este caso, un joven  de 26 años se ha cansado de presentar quejas ante la Justicia por hostigamiento y violencia de parte de su excompañera, de 27, con quien tiene dos criaturas. Al no tener una respuesta que ponga fin a este infierno, decidió acudir a este medio para poner en público su situación, de la que no desea en lo más mínimo le pase a otra persona.

Su madre, quien describe la situación nos la cuenta de esta manera:

“Esto comenzó hace unos cuatro años atrás, cuando mi hijo se separó de esta chica Támara (de quien resguardamos su apellido) porque mientras él trabajaba, ella se iba con otro. A raíz de eso quedó embarazada y quiso meterle a mi hijo ese bebé. Él la deja y ella de ahí empezó a hacerle la vida imposible: acosarlo, romperle cosas materiales. Tiene muchas denuncias en todo estos tiempos, tiene carpeta psiquiátrica porque quiso suicidarse y la encontró mi nieta más grande colgada”.

La mujer cuenta también que esta chica “manipula a las nenas en contra de su padre y familia. Aprovechó ella la oportunidad de venir a vivir con su hermano frente a mi casa donde también vive mi hijo, padre de sus hijas, para hacerle la vida más imposible hostigarlo, vigilarlo, insultarlo y no cumpliendo ella las reglas que el Juez de Paz impone, usando a las nenas para molestar a mi hijo, no conforme con nada, ayer esto se fue a mayores porque vinieron a pegarle ella y sus hermanos a mis hijos, sin importarles que acá están mis nietos todos menores de 10 años y mis padres que son gente de tercera edad”.

El relato continúa: “Después de un rato volvieron a insultar, tirar piedras y a venir con palos y todo a buscar otra vez pelea. Verdaderamente me da impotencia ver que la Justicia no hace nada viendo la situación que uno vive con ella y más teniéndola viviendo frente a mi casa. Sufren mis nietas que ven cosas y ella las manipula y la Justicia no hace nada al respecto, mi hijo no puede vivir tranquilo, ni tener a sus hijas como corresponde por ella”.

Sin lugar a dudas es una situación insostenible, como tantas otras, entre dos personas mayores con hijas en común, donde hay mucha violencia física y verbal, situación que debe buscársele una solución.

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