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Médica, teniente de Fragata y rojense: "El mar te pone a prueba"

María Belén Bartolelli Bramati.
María Belén Bartolelli Bramati.

María Belén Bartolelli es Teniente de Fragata Médica residente en Cirugía General en el Hospital Naval “Cirujano Mayor Dr. Pedro Mallo” de Buenos Aires. Oriunda de Rojas, le interesó ejercer su profesión en un ámbito diferente, y por ello ingresó a la Armada Argentina en el 2015.

Un día habitual en la vida de María Belén es levantarse antes de que salga el sol y prepararse para una jornada de trabajo en el quinto piso del Hospital Naval Pedro Mallo, donde se encuentra el Departamento de Cirugía General. Esa es su realidad actual, aunque sus ámbitos de trabajo varían en función del requerimiento de la Armada Argentina, institución a la que ingresó hace 5 años atrás.

Como médica Naval trabajó en el continente blanco, desempeñó su profesión embarcada, y se alistó para participar en Misión de Paz junto a militares argentinos y extranjeros. Su experiencia no se limita a un trabajo en tierra, se proyecta al mar; en el país y fuera de él. “Me gustaría seguir teniendo experiencias como las que viví, ya que te hacen crecer personal y profesionalmente, donde puedo desarrollar mis conocimientos y mejorar la sanidad donde me encuentre”, expresó.

“La Armada es una institución con valores, que por su actividad y modo de empleo hace que sea única, y lo que más me gusta del ámbito naval es la camaradería, y la posibilidad de crear un ambiente en el que todos trabajemos por un fin y en equipo”, aseguró la joven doctora.

Ingresó a la Armada por la descripción que una teniente amiga hizo de la Fuerza y la motivó a acercarse a la una de las delegaciones navales de la ciudad, donde le contaron el quehacer propio de los marinos y las posibilidades de desarrollo profesional. “Me interesó el hecho de poder ejercer la medicina en un ámbito distinto y me gustaría también, poder aprender sobre la medicina en combate y la cirugía en ambientes hostiles”, puntualizó.

De la especialidad en Cirugía General, en la que se encuentra cursando el segundo año de residencia médica, le gusta la resolución rápida del cirujano además de trabajar con las manos, “uno cree q el trabajo es siempre el mismo, pero no todas las personas que operamos son iguales; el momento real es en la cirugía, donde surgen nuevas situaciones que requieren la decisión inmediata del aquí y ahora”, aseguró.

La formación teórico-práctica de la especialidad, son 4 años en total, y en este momento de su carrera, asegura que el hospital tiene un buen caudal de profesionales y trabajo, permitiéndole aprender mucho y lo agradece.

Belén cuenta que apenas llega al sanatorio, visita a sus pacientes para saber cómo estuvieron el día anterior y cómo evolucionaron; presenta el paciente a residentes superiores y Jefe del Servicio de Cirugía y posteriormente, se deciden conductas a seguir. Espera la hora de ir al quirófano con el entusiasmo propio del aprendiz y las ganas expectantes de realizar todos los protocolos cotidianos que requieren aquel espacio aséptico y fantástico para ella. “Nos lavamos las manos, las instrumentadoras nos cambian, y empieza la magia. Cuando llega el paciente, lo saludo, animo, y acompaño al quirófano. Y cuando terminamos de operar, y se despierta, es otro día más que agradecer.”.

En el “Pedro Mallo” en relación al COVID-19 particularmente por su especialidad no tiene una injerencia directa, “pero sí, como médica destinada en el Naval, cuando ejerzo mis guardias como Médica Interna, estoy cerca de todo el personal de salud para los requerimientos que se generen en el quehacer diario”, contó.

Experiencias nutritivas

Define así la futura cirujana de la Armada, a aquellas vividas en la Antártida, en Chipre, y a bordo de los avisos ARA “Puerto Argentino” y ARA “Bahía Agradable”. Tuvo la oportunidad de realizar dos Campañas Antárticas de Verano (CAV), siendo su primera misión en la CAV 2016-2017 embarcada en el “Puerto Argentino”.

“Fue mi primera navegación larga, y mi primera experiencia como médica de un buque, y fue increíble”, destacó. “No sólo por la experiencia única de conocer la Antártida, sino también en lo personal, te pone a prueba. Mi experiencia particular fue muy buena y repetí campaña durante la primera etapa de la CAV 2019-2020 a bordo del ‘Bahía Agradable’.”.

En el 2017 también vivenció una experiencia única: “Fui a una Misión de Paz en la República de Chipre conformando la Fuerza de Tareas Argentina número 50 (FTA50). Trabajar para las Naciones Unidas, en una fuerza conjunta e interrelacionando con otras Fuerzas, fue otra experiencia militar muy nutritiva”.

Y cuando navega, María Belén enfatiza que: “El mar te pone a prueba. En el barco necesitamos aportar nuestro trabajo para que se cumplan los objetivos, lejos de todo. Estamos sin ver a otras personas durante muchos días, y muchas veces sin estar en contacto con nuestros seres queridos; por ello, a bordo se crea una familia, y la camaradería crece. Creo que no se vive en otros lugares”.

Rojas en sus pensamientos

María Belén Bartolelli nació hace 35 años, un 27 de diciembre de 1985, en la localidad de Rojas, provincia de Buenos Aires. Allí vivió hasta que se fue a estudiar Medicina a la Universidad de Buenos Aires a los 18 años.

Impartió clases en la misma casa de altos estudios y en otros institutos y siguió trabajando como lo hacía en su Rojas natal, como camarera y bartender. Un bartender sabe de coctelería, administración de la barra, y servicio al cliente; más amplio y moderno que el concepto de barman o cantinero, los bartenders mejoran la atención detrás de las barras.

“Viví la mayor parte de mi vida con mi mamá y mis 3 hermanos mayores en Rojas. Mis padres son separados, y él me dio dos hermanos más. Fue una infancia y una adolescencia tranquila, en una ciudad de 15 mil habitantes, donde todos nos conocemos”, habló sobre su ciudad natal.

En Rojas hizo mucho deporte, donde hacía hockey, vóley, y softbol. “Pero sí tendría que elegir entre los muchos recuerdos de mi ciudad, uno solo, diría que el más especial es la quinta de mi abuelo: en todas sus estaciones, en cada una de ellas, la quinta tenía algo lindo, por ejemplo, el aroma de los tilos en flor durante el verano.”. También recuerda con gran cariño, los desayunos en familia y los miles de kilómetros de bicleteada con amigas.

El “Pedro Mallo” frente al COVID-19

El Hospital Naval “Cirujano Mayor Dr. Pedro Mallo” reforzó la prevención y la atención médica frente al COVID-19 luego de la declaración de pandemia.

El hospital aplicó medidas internas y externas a fin de evitar la propagación del virus. Una de las primeras medidas fue la conformación de un Comité de Crisis con el propósito de dar respuestas eficaces y acciones inmediatas para atender emergencias e identificar casos sospechosos en pacientes con las sintomatologías de COVID-19.

Luego, se incrementaron las áreas para la atención e internación de pacientes considerando personal, equipos e insumos suficientes. Se readecuaron las áreas cerradas desde el punto de vista infectológico para la recepción de pacientes portadores del virus, intercambiando entre sí las salas de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) y de la Unidad Coronaria (UCO). La Unidad de Trasplante de Médula, es utilizada como unidad de aislamiento infectológico intermedio. Y la totalidad del sexto piso, como sala de aislamiento de casos sospechosos, probables y confirmados, logrando una capacidad de 58 camas.

Como parte de las medidas, en el acceso principal al hospital se instalaron dos gazebos para realizar triage a pacientes que presenten sintomatologías similares al virus. La División de Infectología fue la responsable de capacitar al personal para la identificación rápida y correcta de casos dudosos; traslado y recepción de pacientes hacia las zonas de aislamiento; y uso correcto de equipos y protección personal.

Hacia fines de marzo, el “Pedro Mallo” conformó un equipo de asistencia al impacto emocional con el objetivo de asistir al personal propio ante situaciones emocionales desgastantes. Es un equipo transdisciplinario –integrado por psicólogos y psiquiatras, entre otros especialistas– para brindar asistencia a quienes trabajan en el mismo centro de salud: al equipo de enfermería, a los profesionales médicos de todas las especialidades, al personal de mantenimiento, de laboratorio, cocina y camareros.

También, la Armada Argentina entabló comunicación y colaboración con la Red Integrada de Servicios de Salud para trabajar mancomunadamente con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Fuente: Licenciada en Comunicación Social, María Silvina Rosas.-

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