Las pujas que se desperezan por estos días podrían signar los próximos años del oficialismo, ya con el objetivo de determinar un cuadro inapelable de ganadores y perdedores para el 2015, el turno electoral en el que increíblemente ya está pensando -y actuando en consecuencia- medio kirchnerismo. Y aunque será una guerra nacional, a partir de su contundente poderío electoral el oficialismo bonaerense será el eje de las batallas más cruentas.
VOLVER AL '73
Pero la heterogeneidad y los pasados no deberían generar confusión. Todos los integrantes del espacio se sienten unificados por la condición de "kirchneristas puros" -ultra K para el resto del oficialismo- en evolución plena hacia el "cristinismo". Y el acto del viernes -realizado el día del aniversario del triunfo de Héctor Cámpora- y el propio arranque del discurso de
FRONTERAS E INVITADOS
La elección de ese perfil apunta, por lo demás, a marcar nítidamente la frontera: del otro lado, del lado del adversario interno a combatir, está la dirigencia del PJ formal e histórico, que incluye a la gran mayoría de los intendentes y referentes bonaerenses de esa fuerza, tanto que ese sector bien puede ser definido como el peronismo de
Por eso, las presencias en el acto del viernes -determinadas por rigurosa invitación de los organizadores- mostraron en el palco -algunos tan atrás que no fueron vistos por la concurrencia- sólo a los intendentes peronistas que ya aceptaron la gran jugada del kichnerismo orientada a acotar en octubre las chances electorales del, justamente, peronismo bonaerense: la candidatura del opositor Martín Sabbatella a gobernador y sus postulantes a intendentes, todos en listas enganchadas a la boleta que encabece Cristina Kirchner por su reelección. No sería necesario reiterar que la estrategia apunta, centralmente, a acotar el caudal de votos que pueda obtener Daniel Scioli, a quien el sector aceptará como candidato formal del oficialismo, también invitado y presente en el palco.
Asimismo invitado, el presidente formal del PJ bonaerense, Hugo Moyano, estuvo y no estuvo. El líder de
BATALLAS MAYORES
Detrás de los perfiles ideológicos que el kirchnerismo puro busca trazar por estos tiempos, sin embargo, el objetivo es bien prosaico, concreto y tangible: el poder, que en el oficialismo de estos tiempos y en términos electorales, se traduce en el manejo -o el sometimiento- del peronismo.
Al menos eso creen en el peronismo bonaerense, donde saben bien que en tiempos electorales ejercer el poder de manera hegemónica es sinónimo de tener el lápiz para escribir las listas de candidatos. Y donde se dicen convencidos de que, al margen de las duras pujas que se explayarán por la integración de las nóminas de legisladores nacionales y provinciales, y el arma de las colectoras, las grandes batallas que dará el kirchnerismo puro pasarán por la candidatura a vicegobernador y por toda aquella jugada que pueda socavar la base de sustentación -los votos- de los referentes del PJ, los intendentes.(Fuente: EL DIA)