Por Martín López Lastra
Persisten desde hace varias semanas en la capital bonaerense dos sensaciones en el seno del oficialismo provincia. Ambas son conocidas por todos en los pasillos políticos, pero vale la pena recordarlas como punto de partida.
La primera es que el actual gobernador quiere por sobre todas las cosas su reelección. Y la segunda es que no depende ni dependerá de él. Tal vez sí de la palabra decisiva de Néstor Kirchner o, en su defecto de la poco deseada concurrencia a internas.
Para colmo, el diputado nacional y referente máximo del proyecto mantiene la incertidumbre respecto de su futuro. Y aunque parece ser un voto cantado, no se decide a convalidarlo aún. Y como todos saben, hasta que él no decida, de ahí para abajo, el misterio continuará.
Pero se denota que hay una vocación competitiva. Porque cada vez que Kirchner habla, habilita a un candidato. O deja hacer su cometido a dirigentes que quieren inscribirse y pasar al salón VIP de aspirantes a la gobernación. A la lista de conocidos, como Moyano, Massa, Bruera, tal vez Alicia Kirchner (uno nunca sabe) se sumaría el ministro del Interior Florencio Randazzo. Algunos de ellos tienen estructura consolidada para empezar la competencia si fuera hoy. Otros necesitan de algún tiempo, pero no mucho más.
Con Randazzo, tal vez ocurra alguna situación muy especial. Es uno de los iniciadores de la aventura de apoyo al kirchnerismo, desprendiéndose, aún con un riesgo importante, del entonces poderoso feudo duhaldista. Supo manifestar mayor ejecutividad de la conducción de ese "desprendimiento" armando una liga importante de intendentes, muchos de ellos aún con mandato vigente. Y bueno es destacar a uno de ellos, Ariel Franetovich, quien interrumpió su labor comunal en Chivilcoy para incorporarse al gabinete de Daniel Scioli.
Randazzo no ha blanqueado su aspiración, pero no son pocos los kirchneristas que anuncian un virtual lanzamiento. Lo curioso de todo esto es el cálculo que hacen en el círculo íntimo del gobernador, porque consideraban que, en todo caso, el actual ministro nacional sería uno de los elegidos para acompañar a Scioli en una fórmula. Su sola presencia significaría, desde ya un dolor de cabeza, por la proyección política que genera, sobre todo hacia el interior provincial.
Por otra parte, Moyano también volvió a inspirar respeto y, por que no, temor en el sciolismo. Cuando todo parecía cocinado con una limitación de poder al camionero en el pj bonaerense, con una comisión de acción política, todo parece haber ido para atrás. El poderoso secretario de
La estructura que detenta fue retroalimentada con una corriente sindical peronista que viene conformando desde hace más de un año. Cree que la hará cotizar en alza para generar un protagonismo tal que le permita pelear por la gobernación como hipótesis de máxima.
Cuentan muchos dirigentes del amplio mapa peronista que Moyano suele subestimar a Scioli en su estilo de gestión, opinión que no ha hecho pública. Y considera de mayor complejidad establecer rivalidad con algunos intendentes de peso en el conurbano, a quienes admite más como pares en cuanto a calidad política.
Por su parte, los intendentes creen que Moyano -con una importante inserción provincial- los condiciona y mucho con su dominio del sindicato de camioneros que son a su vez los recolectores de residuos. Con el apoyo, además, de otros sindicatos, se podría generar en cada uno de los distritos un clima caótico para sus gestiones, con la avanzada de una demanda gremial permanente por salarios y condiciones de trabajo.
Eso se temió hace un par de meses, aunque el sciolismo pudo poner paños fríos armando un plan de salvataje hacia los municipios con algunas refinanciaciones. Con lo cual, la embestida fue advertida a tiempo.
En ámbito de la gobernación a Moyano se lo respeta y hasta se extreman las condiciones para referirse a él. Si el secretario de
De parte del mandatario bonaerense creen que, por el momento, no subirán al extremo los niveles de agresividad por la competencia provincial. Deberán aceptar la nueva condición política de Moyano. Pero confían en que ambos, aún con sus matices diferenciados, son peronistas y kirchneristas y que se respetaran códigos internos de convivencia dentro del proyecto.
Por el lado opositor, parece cuestión de horas el anuncio de la tercera postulación consecutiva de Margarita Stolbizer con la expectativa de representar al espacio del Acuerdo Cívico o lo que quede de él. En algunos sectores del GEN había algún optimismo con respecto a rescatar algún protagonismo provincial de Ricardo Alfonsín tras su victoria en la interna de
Con iguales argumentos Margarita intentó su negativa ante la tropa, aunque sin éxito. Para esta nueva contienda, el "elegido" (evocando la película Matrix) por la máxima referente era Jaime Linares, el titular del bloque de diputados provinciales GEN, quien en varias ocasiones rechazó el convite. Consideró al respecto que ese lugar debe seguir siendo ocupado por alguien de fuerte inserción nacional.
Parece que en las últimas semanas, -aún en medio de discusiones públicas con Elisa Carrió- Margarita habría reflexionado y aceptará su postulación, tal como en 2003 y 2007.
Pero esto no será gratuito, condicionará a sus máximos referentes regionales a bajar a las contiendas municipales. En ese sentido empezará por el propio Linares, a quien le exigió que se postule para recuperar el municipio de Bahía Blanca. Algún costo político le implicará al dirigente sureño, dado que en varias ocasiones declaró públicamente que no intentaría volver a su condición de intendente municipal.
En varios sectores, aún en el oficialismo, son tiempos de la denominada "previa". Salvo algunos casos puntuales, casi todos están prorrogando definiciones para diciembre. Eso significa que el verano será simplemente para lo anecdótico, porque se supone que el ritmo electoral comenzará en etapa prematura.
Especulaciones tales como la evolución de un renovado conflicto con el campo, la situación social, los servicios públicos y la inseguridad, pueden motivar a retrasar adelantar o hasta resignar postulaciones en función de ofrecer la mejor imagen al electorado. Son temas de agenda que provocan cambios en el humor social, principal condicionamiento para el timón que indique si el viaje va por mares oficialistas u opositores.
Fuente: NOVA