Denuncia que le armaron una causa

VIDEO | Un preso de Rojas se selló la boca con La Gotita para reclamar que la justicia lo atienda

La carta en la que Preciado anuncia que se pegará la boca con el adhesivo para profundizar así su huelga de hambre. (Foto: NOVA)
La carta en la que Preciado anuncia que se pegará la boca con el adhesivo para profundizar así su huelga de hambre. (Foto: NOVA)
Preciado perdió casi 20 kilos durante su huelga de hambre, la que llevó al extremo. (Foto: NOVA)
Preciado perdió casi 20 kilos durante su huelga de hambre, la que llevó al extremo. (Foto: NOVA)

Harto del silencio judicial y ante la falta de respuestas ante sus reiterados pedidos de ampliación de indagatoria, un detenido de una cárcel bonaerense se pegó la boca con La Gotita luego de 40 días de huelga de hambre de alimentos sólidos y tras bajar 20 kilos, en forma de reclamo y para demostrar que a partir de ahora no va a ingerir ni siquiera líquidos.

La extrema medida de reclamo la tomó Matías Iván Preciado, alojado en una cárcel de Junín, quien aclaró que la queja es contra el Poder Judicial y no contra el Servicio Penitenciario.

En cinco breves videos, Preciado explicó cómo fue que le armaron la causa y se filmó en el momento que selló los labios de la boca con el pegamento La Gotita.

“Pedía en varias ocasiones comparendos con el juzgado de Junín para ampliar la indagatoria y mostrar al juez cómo funciona la banda narco que conduce el hombre que me anticipó que me iba a hacer meter preso, luego de una investigación realizada por vecinos de Rojas, pero nadie me escucha. No hay nota que me respondan y tampoco me atienden el teléfono”, sostuvo el detenido.

Preciado quiere que la causa pase a la órbita federal ya que él denunció a fiscales bonaerenses y siente que lo están perjudicando. “No tienen pruebas contra mí. Plantaron drogas en la casa de mi papá para meterme preso y encima la droga que plantaron era trucha”, agregó el preso.

Junto a los videos, en cuatro hojas manuscritas, Preciado contó los detalles sobre cómo dos jefes de la Policía Federal de Pergamino (Federico Galarza Puig y el “NegroCastro) en connivencia con fiscales y un narco conocido con el alias de “El cordobés Suárez”, terminaron armando una causa que lo dejó tras las rejas.

Como se recordará, vecinos de la localidad bonaerense de Rojas juntaron dinero y llevaron adelante una investigación para develar cómo funciona una banda narco: grabaron videos, sumaron más de 250 audios y fotos, al simular ser adictos y comprar drogas, todo por la inacción policial y sospechas de connivencia.

Entre los vecinos que llevaron adelante la investigación se encuentran allegados de Preciado. “Todo discurso, cero evidencia. Me tienen preso sin pruebas. Yo anuncié un año antes de que me iban a armar una causa, así fue y nadie hace nada”, explicó el detenido a través de su abogado.

Desde el entorno de Preciado aportaron a NOVA videos, capturas de pantallas de celulares y audios en los que se percibe el modus operandi de una banda narco en Rojas.

Los denunciantes aseguran que la banda narco la lidera Luis Atilio Suárez, alias el cordobés, quien utiliza a su hermano discapacitado, Rubén Alejandro, para llevar desde Córdoba a Rojas estupefacientes.

El mismo Rubén luego hace las veces de delivery, todo ante la zona liberada de la justicia y la Policía, aseguran los vecinos.

Además de los hermanos Suárez, los vecinos afirman que la banda narco de Rojas está conformada también por Carlos Calderón y Sergio Bonjour, los que venden desde búnkeres drogas.

El cordobés Suárez se compró decenas de casas en Rojas, y el sistema policial judicial de Pergamino y Junín hacen la vista gorda.

Preciado había denunciado al jefe de la Policía Federal de Pergamino, de apellido Galarza Puig, por mantener vínculos con los narcos, y un año antes de ser detenido anunció que el iban a armar una causa.

Entre las personas sospechadas de corrupción, los vecinos mencionaron al fiscal Esteban Echeverría, de la UFI Número 8 de Junín.

Preciado teme por su vida. La huelga de hambre para reclamar su liberación lo ha hecho bajar varios kilos de peso y tiene la vesícula muy complicada.

Entre las pruebas con las que cuentan los vecinos aparecen diálogos grabados en una peluquería de un remisero, el que da detalles del movimiento de la organización criminal que comercializa estupefacientes en Rojas.

Preciado, desde que inició una huelga de hambre perdió 20 kilos y estuvo internado al sufrir una descompensación.

El abogado defensor de Preciado, Eduardo Aguilar, presentó un escrito ante el juez para oponerse a la requisitoria de elevación a juicio y pidió el sobreseimiento del detenido.

El letrado solicitó también que la causa pase al fuero federal debido a que su defendido denunció por corrupción a funcionarios judiciales de la justicia provincial.

El requerimiento de sobreseimiento se basa en la falta de pruebas: no hay registro de la presunta llamada telefónica donde denuncian a Preciado por vender drogas, la que habría sido recibida en una comisaría federal de Pergamino, justamente donde trabajaban policías a los que el acusado había denunciado por corruptos.

Además, el análisis de la presunta cocaína secuestrada en la casa del padre de Preciado en el barrio Covendiar de Rojas dio como resultado que se trataba de leche en polvo, aseguraron desde la defensa del detenido.

Se trata de dosis de presunta droga la que había sido plantada en la casa del progenitor de Preciado.

Por tal razón la defensa del detenido afirma que la carátula de la causa, tenencia de estupefacientes para su comercialización no tiene sentido: no había estupefacientes y no hay pruebas (fotos no videos) de comercialización.

La apelación a la requisitoria de elevación a juicio pasó a Casación y el Tribunal de alzada analiza el sobreseimiento de Preciado.

El detenido persiste en la huelga de hambre y ahora se pegó la boca, y son familiares de varios imputados de presuntas causas armadas los que se han manifestado pidiendo justicia en la plaza San Martín de Rojas.

En los reclamos de los familiares de varios jóvenes involucrados en causas penales, los vecinos pidieron para que echen a los dealers de la ciudad, y afirmaron que la Policía los conoce y saben cómo operan.

En la causa de Preciado las inconsistencias judiciales son alarmantes, explicaron desde su defensa: no hay registra de la llamada denunciante, el allanamiento en la casa del padre de sospechoso se efectuó sin pruebas y los testigos civiles se les permitió pasar una vez que plantaron la droga trucha, afirmaron que la madre del ahora detenido recibía los estupefacientes y resulta que Preciado tenía una prohibición de acercamiento a la vivienda de su progenitora.

Por las denuncias de Preciado varios policías fueron echados de la fuerza y eso explicaría el encono de la Policía Federal hacia el detenido.

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