El episodio que aquí relataremos sucedió días atrás, teniendo como principal damnificada a una vecina que es personal esencial en nuestra ciudad. Esta situación causó mucha indignación en familiares y vecinos.

La involucrada es una enfermera rojense, quien estando en su lugar de trabajo recibió la “visita” de personal del Juzgado de Paz, con el fin de dar curso al oficio del responsable judicial de la ciudad, el cuestionado Luciano Callegari, a los fines de secuestrar -improcedentemente- un automóvil.

Esta trabajadora de la salud había comprado en cuotas el vehículo en la agencia de Avenida Larrea. Se lo habría dado a un familiar quien debía hacerse cargo de dos de esos pagos y la involucrada nunca supo que no se cancelaron, ni tampoco fue notificada de la deuda.

Hete aquí que la tan reconocida agencia dio curso legal y rápidamente el juzgado actuó, pero no secuestró el auto prendado sino que procedió a hacer con el coche que en la actualidad usaba la enfermera, dejándola sin trasporte en plena situación de pandemia.

Lo grave de la situación es que el auto secuestrado está prendado en otra agencia -de la ciudad de Pergamino- y en el oficio, indicaban que en el momento de notificarse, debía pagar las dos cuotas o se procedía al secuestro del vehículo.

Cabe reseñar que toda la actuación judicial se dio en pleno lugar de trabajo, donde la mujer no podía descuidar la atención de los enfermos. Así fue que terminaron llevándose el auto que no correspondía, dejándola sin movilidad.

La damnificada consultó al abogado interviniente y mencionó que el juzgado va a tener 40 a 60 días  para la devolución del coche: o sea, rápido para el secuestro pero lento para la entrega.

También se pudo saber que el auto involucrado se entregó a la agencia para saldar lo adeudado, con la salvedad que el valor es de 20 veces más a lo que se le reclama, ya que el auto mal secuestrado, es modelo 2019, de mucho más valor.

Con mucha indignación por la forma en la que se procedió, la enfermera realizará las actuaciones judiciales pertinentes con el fin de que otro vecino no pase por este calvario.