Llegan los días calurosos y la escasez de agua. Son secuencias que se repiten año tras año en el barrio Libertador, donde los vecinos viven reclamando una solución para ese problema que tienen desde el mismo momento en que habitaron esas viviendas.

El tema ya es recurrente y tiene varias aristas a contemplar: el consumo de agua aumenta cuando lo hace también la temperatura, una situación lógica, a lo que se suma que esa barriada tienen los tanques de agua en la planta alta, lo que al haber menor presión en la red de agua corriente hace que se imposible de cargar de inmediato.

Vecinos del lugar manifestaron que hace 48 horas que están sin el vital líquido. Viven allí personas que tienen alguna discapacidad y no pueden trasladarse a otro lugar en busca de agua o para darse tan solo un baño. Las mochilas de los inodoros no se cargan y eso imposibilita utilizar los sanitarios de manera adecuada.

También habitan personas mayores que necesitan contar con el servicio de agua. A todo esto hay que sumar que aumenta el llenado de piletas y natatorios, que hay canillas y caños que pierden. Todo eso juega en contra de una óptima presión para que todas las viviendas puedan tener agua a disposición.

Es un asunto de vieja data pero que se repite y los vecinos no ven nunca una solución a este viejo reclamo.