Un detenido lleva 11 días de huelga de hambre en la Unidad Penal 49 de Junín para visibilizar su reclamo, en el cual afirma que la Policía Federal y la Justicia le armaron una causa por venta de drogas.

Según indica, esto sería como venganza por haber denunciado a funcionarios judiciales y de la fuerza por corrupción. El preso, oriundo de Rojas, se llama Matías Iván Preciado y desde la alcaidía donde se encuentra detenido desde el 4 de abril de este año, denunció que 2 jefes de la Policía Federal de Pergamino le armaron una causa.

Preciado habló con NOVA y afirmó que en estos pasados 11 días de huelga de hambre bajó 9 kilos y que está al borde de la descompensación. “Tomo medio termo de mate a la mañana y medio termo de mate a la tardecita. Es lo único que ingiero”, señaló.

Según Preciado, la Policía armó la causa para meterlo preso con pruebas falsas: afirmaciones en 3  perfiles de Facebook truchos que lo denunciaron a él como dealer, y un supuesto llamado anónimo a un jefe de la fuerza, al que el detenido había denunciado por corrupto un año antes.

“En septiembre de 2020 denuncié a dos policías de la Federal que trabajan en Pergamino: ‘El Negro’ Castro y Federico Galarza. Y en octubre de 2021 me plantaron drogas en un allanamiento en mica casa de la localidad de Rojas”, denunció el preso.

De acuerdo al detenido, este mes lo aprehendieron e iniciaron una causa por venta de estupefacientes. Pesa sobre él una prisión preventiva en suspenso, ya que la defensa apeló a la Cámara.

“El fiscal de Junín Esteban Lopardo pidió mi detención sin pruebas. Y quiero que analicen con seriedad los perfiles de Facebook truchos y quiero saber el número telefónico del supuesto denunciante que llamó a Esteban Pedernera, justo el policía que yo había acusado por proteger a vendedores de drogas”, agregó Preciado.

El detenido contó que él no estaba cuando registraron su domicilio de calle República Argentina casa 74, pero vecinos le contaron que primero ingresaron dos policías, luego de 5 minutos salieron y volvieron a entrar con testigos, y secuestraron 285 bagullos.

Preciado no se cansa de afirmar que le plantaron la droga y que se trata de una persecución policial y judicial. “No tienen pruebas y me metieron preso. Voy a seguir con la huelga de hambre hasta que se haga justicia y se sepa la verdad”, concluyó.