Temporada alta de molestias

Se suman quejas de la comunidad contra las cerealeras

Degradación ambiental.
Degradación ambiental.

En estos últimos días, no sólo en las zonas aledañas a las empresas que almacenan cereales, sino que se podría asegurar en toda la ciudad, se sufren inconvenientes que si bien son los mismos que se padecen desde siempre, en estas épocas de cosecha se incrementan.

Y los que más hacen oír sus reclamos son los vecinos que tienen sus viviendas a pocos metros de firmas como Cargill, Gear, Cooperativa de Carabelas y Afa.

Los mayores perjuicios se sufren con el polvillo que queda suspendido en el aire, provocando problemas de salud y generando suciedad casi constante que disminuye notoriamente la calidad de vida y los valores de las propiedades. A esto se suma el olor nauseabundo de los  granos podridos, ruidos de motores, presencia de roedores, como los más salientes.

Y no se conoce de manera pública la instrumentación de medidas que atenúen estos efectos negativos que producen con su actividades, que no sólo se circunscriben a sus instalaciones, sino también al transportar el cereal sin tomar precaución alguna, como se puede observar en una de los fotos que acompaña la nota con un tractor que lleva un acoplado con cereal sin ninguna cobertura, lo que genera a su paso, una gran cantidad de polvillo que queda suspendido en el aire y cereal que cae a la calzada.

Nos extendimos en este ejemplo, porque esta conducta no es un episodio aislado, sino que periódicamente ese tractor hace el mismo recorrido con ese tipo de carga, desde las instalaciones de Helguera e Irlanda, pasando por Barrio Unión hasta Avenida Alessandro, Tres de Febrero, San Martin, dobla en Castelli, para depositar los granos en los silos de calle Zapiola.

Como una respuesta a muchos de los reclamos que circulan por las redes sociales, se puede observar como la firma Gear riega un par de veces al día el asfalto de Avenida Helguera, para evitar solo por unos minutos que vuele polvillo. Este accionar también hace que se mantengan charcos donde el cereal se va pudriendo, haciendo más irrespirable el aire.

Y como si todo esto fuera poco, en esta mañana de sábado 20 de abril se sumó el olor a humo del basural a cielo abierto.

Estas manifestaciones vecinales deben motivar a las autoridades a involucrarse seriamente en la cuestión, puesto que a partir de los fallos judiciales que se están logrando en Pergamino con la contaminación del agua,  seguramente se irán sumando cada vez más voces, reclamando por el derecho básico de una buena salud.

El dinero va y viene, pero la vida solo va…

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