Los agentes municipales que desarrollan sus tareas en el Corralón son tratados en forma denigrante e inhumana por los kapangas que designó el Gobierno para hacer precisamente de eso: kapangas.

Uno de los que entregó su dignidad o nunca la tuvo, para llevar adelante esta tarea de bajeza humana, es uno de los denominados encargados, el “Señor” Raúl Machado que, en uno de sus últimos actos de tortura, el jueves pasado agredió a un empleado que estaba trabajando en la placita de Barrio La Loma, que cometió la osadía de tomar unos mates en sus minutos de descanso; y fue objeto de insultos y sanciones por esto.

Una arbitrariedad sin dudas que marca la característica que tiene en cuenta este Gobierno a la de nombrar funcionarios que dispongan de empleados a su cargo. 

Hay dos opciones en la vida, la B de buena persona o la M de mal tipo, y esos son los casilleros que deben llenar en la planilla de la Oficina de Personal.

Y el otro motivo que genera un justificado malestar entre todos los empleados del corralón, es la falta de entrega de la ropa que deben utilizar en las esforzadas tareas que realizan.  De persistir esta situación, se analizaría la posibilidad de llevar adelante alguna medida de fuerza.

Nuestra solidaridad con todos los trabajadores del Corralón municipal. Aquí siempre podrán hacer oír su voz. Nosotros tenemos claro del lado quien debemos estar.