Un presunto abusador habría confesado su aberrante conducta, pero permanece  en libertad. El hecho dataría de hace unas semanas, cuando un padre habría sido sorprendido abusando de su pequeña hija de unos 11 años por un familiar.

Ante semejante cuadro, el abusador de unos 30 años habría tomado la decisión de presentarse en sede policial, confesando su delito, circunstancia que no fue más allá de eso, por la supuesta falta de denuncia posterior por parte de la madre, familiares o allegados de la presunta víctima.

Mientras transcurren los días, el hecho ha trascendido fuera del ámbito familiar, propagándose primero por el barrio donde se produjo y luego por toda la comunidad, generando una lógica indignación y preocupación ante tan dramática situación.

Aquí es necesario aclarar que este tipo de delito de abuso sexual infantil ya no es tipificado en el Código Penal (artículo 72) como de instancia privada, sino que pasó a ser de orden público, eso significa que cualquier persona puede denunciar y el Estado deberá actuar de oficio. La reforma se sancionó en octubre del 2018.

Por lo tanto no está clara la falta de denuncia en este caso en concreto, donde existirían confesión y evidencias contundentes, resultando urgente intervenir con acciones que puedan proteger, contener y ayudar a las víctimas que deben pasar no solo por el hecho del abuso, sino por todas estas incertidumbres y miedos, cuya dimensión solo ellas saben y que deben ser respetadas y no juzgadas por una sociedad donde en ocasiones, además de condenar al abusador, señala a las víctimas.

Es necesario visibilizar el caso público hacerlo notorio, para que se haga justicia, por el bien de la víctima.