En el mes de septiembre del 2018 publicamos un reclamo por una situación que combinaba algo de desidia en el accionar estatal de limpieza y mantenimiento, con la mala conducta de algunos vecinos que utilizan al sector como basural.

Luego de la misma, funcionarios municipales del área de Inspección General retiraron las chatarras de mayor porte como una vieja cocina y otros hierros, pero más allá de esa tarea no hubo hasta el momento una limpieza mayor, y se siguen acumulando desperdicios.

Se puede observar como por el paso del tiempo muchos plásticos, vidrios y bolsas van quedando enterrados capa sobre capa.

Los buenos vecinos insisten con su reclamo por cuestiones primordiales como la salud y algún temor de sufrir las consecuencias de una fuerte lluvia que provoque anegamientos por la acumulación de residuos en el canal.

Se trata de un tramo corto en su extensión que va desde las vías de calle Liniers hasta Avenida Bicentenario.