Las expectativas sobre la edición que pudiera concretarse este 2018, eran muy grandes, luego que en el 2017 se viviera la mejor de las ferias hasta el presente, en cuanto a la cantidad, variedad y calidad de expositores, artistas invitados y actividades que hicieron que el evento resultara inolvidable.

Lamentablemente días pasados, el bibliotecario Javier Genaro, oficiando como vocero del grupo organizador, manifestó públicamente en declaraciones a Radio Rojas, que las posibilidades de llevar adelante la feria para este 2018, eran prácticamente nulas.

Fundamentó su postura en la falta de recursos y en haberse demorado demasiado tiempo en comenzar las reuniones entre los organizadores, lo que hace que, por una cuestión de tiempo, resulte muy difícil encarar con seriedad la planificación y ejecución de un acontecimiento de esta envergadura.

Estos contratiempos que padecen todos los años quienes trabajan para consolidar este evento, que busca fomentar el hábito de la lectura, marcan con claridad la falta de sensatez que prevalece en nuestra dirigencia política que no ha intentado sentarse a planificar alguna normativa que garantice la continuidad de la Feria del Libro de Rojas, para no depender de la decisión del Gobierno que esté de turno.