Recital en Teatro Italia

Rossi, El Pepo y la Papota: Pacto cuasi mafioso con el dinero del pueblo

Los beneficios económicos que generaría el recital del cumbiero Pepo en el Teatro Italia,  el pasado jueves 23, madrugada del día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, que ignoraron los organizadores; fueron objeto de típicas negociaciones de la Camorra Napolitana, entre las autoridades que debían aprobar el evento y los promotores del mismo.

Estuvieron encabezadas por il Capo di Tutti Capi por la parte Gobernante, y el Señor de los Hierros por la institución productora del espectáculo.

Aparentemente, entre ambos no existiría buena relación, pero como manejan desde siempre los mismos códigos comerciales, seguramente se iban a poner de acuerdo.

Y así fue, ya que el principal obstáculo era el permiso para la venta de bebidas alcohólicas.  Y el pacto fue el siguiente: “el Municipio no autorizo esto y a cambio le genera un subsidio desde Deportes por la suma estimada que hubiera ganado el Club. De unos 22 mil a 25 mil pesos”.

Y todos contentos. Y seguimos con la hipocresía al máximo. Tenemos un discurso y hasta una opinión formada sobre una persona, pero el poderoso Don Dinero hace que nos olvidemos de todo, y no tienen presente que estas conductas ponen en riesgo nada ni nada menos que la vida de nuestros jóvenes. Porque después en los hechos nadie controla nada.

El ejemplo más claro es la queja de todas las instituciones de Rojas sobre las concesiones que recibe del Municipio el Club Newbery, para organizar espectáculos, pero luego en la realidad de la mayoría de los eventos que se llevan a cabo, quien decide no cumplir con la prohibición del expendio de alcohol, lo hace, ya que todos hacen la vista gorda.

Es decir que nuestro intendente pretende quedar bien con Dios, el Diablo  y Macri, y negocia con el dinero de los vecinos la vida de nuestra juventud en este tipo de festivales; y los representantes de las Instituciones transan para un supuesto beneficio de sus asociados, que realidad no es tal porque el día que Dios no quiera, suceda un hecho irreparable, perderemos todos los ciudadanos de Rojas.

Más claros imposible, es la cruel y cínica realidad, basta con decir que el mayor comercio de bebidas alcohólicas se realiza en las propias narices de todas las autoridades políticas y policiales. Pero eso lo desarrollaremos en un próximo informe.

No nos rendiremos ante estos verdaderos mafiosos que creen que el poder que les otorgo el voto del pueblo los habilita para poner en juego la vida de nuestros hijos,  y de esa forma ellos incrementen sin pudor alguno sus bienes materiales.

Rojas, Ciudad de Pobres Corazones, que algún día se trasformara en la Ciudad de la Furia.

Comentarios