Este asesinato quedó marcado en la historia de Junín. Y volvió a revivirse al tomar estado público que el pasado 6  del corriente mes, la jueza de Ejecución de esa ciudad, Claudia Dana, le concedió la libertad condicional. Estaba condenado a prisión perpetua. Se llama José Luis Correa.

Para otorgarle semejante beneficio se basó solamente en un informe de la Unidad Penal Nº 2 de Sierra Chica que califico su comportamiento como un diez. Pero no tomó en cuenta todos los informes negativos de la Asesoría Pericial y los exámenes psiquiátricos y psicológicos. El informe del Servicio Penitenciario dio cuenta de una conducta fraudulenta, que  manipula situaciones para lograr sus cometidos y fue descripto como un sujeto inabordable desde el punto de vista psicoterapéutico.

Con todos estos antecedentes igual se encuentra gozando de libertad condicional.

La medida fue apelada por la Oficina de Ejecución Penal del Ministerio Público Fiscal y el expediente está en la Cámara de Garantías del Departamento Judicial de Junín para revisarla. Si confirman la resolución del Juzgado de Ejecución, mantiene la libertad condicional, si la Cámara la revoca, seguirá preso hasta tanto se evalúen nuevas situaciones o condiciones.

Este asesinato ocurrió en enero del año 2000. La víctima tenía 25 años y el crimen ocurrió en su lugar de trabajo, una agencia de seguros, donde el homicida habría cometido un fraude que fue denunciado por esta mujer y que se convertiría en el motivo del brutal delito.

Un año después, fue condenado a prisión perpetua y alojado en una unidad penitenciaria de La Plata. En prisión, se recibió de abogado y estudió psicología, pero las salidas transitorias del penal de las que gozaba le fueron suspendidas en 2011 cuando se constató que no iba a la facultad como él lo declaraba. De ahí lo trasladaron a Sierra Chica.

El caso tomo ribetes dramáticos nuevamente en agosto de 2012, cuando la Familia de la víctima sufrió un golpe durísimo con el crimen de otra hija llamada Sandra.  En julio de 2015 condenaron a su asesino también a prisión perpetua. Mientras los familiares y amigos de Claudia aguardan que Correa vuelva a prisión, esperan que no se repita la situación con el otro criminal de su otra hija y amiga.

Un caso que solo ocurre con la Justicia de nuestro país.