En Rojas nació un ternero con dos cabezas. El espeluznante hecho sucedió en un campo vecino a la sede de Bayer.

En el ámbito rural atribuyen estos hechos a la manipulación genética de una gran cantidad y variedad de semillas que está empresa lleva adelante hace años provocando cada vez más este tipo de situaciones.

En esta ocasión, los testimonios indican que además de está malformación el ternero fue abandonado por la vaca que lo parió que parece no reconocerlo como un vacuno.

Los principios activos que utiliza Bayer tanto en las semillas de cereales (que pudo haber comido la vaca) como en sus pesticidas están clasificados por todos los organismos que controlan desde áreas sanitarias y bromatológicas la salubridad en la elaboración de alimentos como tóxicos reproductivos.