Lo harán apoyando al profesor Gustavo García, responsable de haber repartido entre sus alumnos el crucigrama o sopa de letras que contenía como frases más cuestionadas, “Macri gato sos cagón” y “Vidal miente”, además de otras que se referirían a determinadas características de algunos alumnos en particular.

Una cuestión que se debió resolver dentro el ámbito de la comunidad educativa, con la aplicación de las normativas vigentes, fue utilizada con fines políticos partidarios no solo por quienes la expusieron públicamente, como los Concejales de Cambiemos, sino también luego por los referentes locales del espacio kirchnerista al que aludieron los ediles oficialistas.

Como ya dijimos en un informe anterior, ambos olvidaron a los jóvenes que asisten a las escuelas a educarse debiendo recibir de sus profesores principios básicos de respeto a sí mismos y a los demás.

El hecho observado era algo muy sencillo de resolver, si se hubiera aplicado la sensatez. Para ubicarnos; sucedió hace más de cinco meses y, el Profesor hizo su descargo en esa oportunidad ante la denuncia de algunos padres, por lo cual en ese momento habría recibido un apercibimiento. Con la nueva exposición del caso, esta semana se lo suspendió y ahora todo se ha teñido con las miserias de la política.

Los que buscan protagonismos hablan en nombre de los estudiantes, y los exponen cada vez más a estas actitudes de odios y rencores que nos hunden en la decadencia.

Unos, burdamente intentan instalar en la sociedad que aquí en Rojas existe una corriente de adoctrinamiento kirchnerista, cuyo ejemplo seria este Profesor que paradójicamente resulta ser un afiliado radical, que evidentemente no está de acuerdo con la entrega de las banderas de este partido a los intereses del más rancio liberalismo del PRO.

Y los otros dejando de lado cualquier respuesta racional, recurren a agravios incalificables e inentendibles, como pretender comparar al concejal Scardino con el asesino de Astiz. Solo repetirlo, causa indignación.

En esta realidad, se producirá esta marcha de estudiantes, apoyando al Profesor para evitar alguna sanción que a esta altura de los acontecimientos profundice el conflicto.

Dejemos que los jóvenes se expresen. Y, nosotros los adultos, reflexionemos sobre nuestras conductas, máxime, si se ocupan cargos públicos.