Como sucede con cierta periodicidad, los rojenses volvimos a padecer por estas horas las consecuencias del humo del basural.

Olfato y vista fueron los dos sentidos que más registraron este fenómeno que en el corto plazo parece no tener solución.

Habrá que apuntar a medidas que, sostenidas en el tiempo como políticas de estado, independientemente de las personas que circunstancialmente lleven adelante la gestión de gobierno municipal, vayan reduciendo la acumulación de residuos en el lugar.

De momento se apunta a fortalecer la actividad de cooperativas de reciclado y se aguarda con suma expectativa la puesta en funcionamiento de la planta de Biomasa para registrar realmente si esto contribuye a encauzar la problemática.

Oportunamente se habían anunciado algunas pruebas piloto en diferentes sectores de la ciudad con acciones de separación de residuos en los domicilios que nunca se han implementado, sufriendo también el año pasado la salida de funciones del director municipal de medio ambiente como consecuencia de un ajuste en la planta política del municipio.