Vecinos del barrio Belgrano no salen de su asombro y denunciaron la “pésima aplicación de un reductor de velocidad que se reduce con el paso de los vehículos por la mala construcción por parte de una plantilla municipal”.
Lo insólito de este "lomo de burro" es que fue colocado sobre una calle de tierra sin ningún soporte y se desgrana con el tráfico, sus materiales se hacen flexibles con el calor y no cumple la función para la cual fue construído.
“Lamentablemente hay un malgasto de recursos y de gente para algo que en pocos días ya no tendrá utilidad, sobre todo en un momento de crisis económica”, se quejaron.