LA PLATA, Agosto 29.-(Por Marisa Alvarez) Bruscamente, los `70 se han reinstalado en la política. Y no solamente por el capítulo abierto por el gobierno nacional en torno de Papel Prensa, que reaviva controvertidas revisiones de aquellos años, incluidas acciones de los Montoneros, de quienes los políticos casi no se habían permitido hablar críticamente en público durante más de tres décadas. El peronismo bonaerense tuvo a comienzos de esta semana su propio viaje a aquellos tiempos turbulentos.
Así confiesan haberse sentido consejeros del PJ de
Adentro de la sede, abundaban los guardaespaldas y escaseaban los integrantes de la conducción partidaria. El lugar se había convertido en un bunker de clima tenso, hipercustodiado. "Como las sedes de los sindicatos en los `70", compararía luego un consejero que conoció aquella época.
Afuera, sonaban tambores de guerra. Miles de militantes de camioneros esperaban que su jefe subiera al palco para saludarlo en su debut como presidente del peronismo. A diez cuadras, miles de militantes de otro sindicato,
Al final, cada uno se quedó en su lugar. Moyano habló a sus seguidores visiblemente tenso, apenas tres minutos, cantó
No son señoritas bien educadas los hombres que el martes se impresionaron con la impronta que le imprimió al partido el arribo de Moyano en la presidencia. No fueron señoras gordas ni "gorilas" los que describieron la dinámica que el líder de
BOTONERA PERDIDA
Pero, claro, no fue sólo una cuestión de formas lo que demudó y preocupó a intendentes, legisladores, funcionarios. Confiesan que se sintieron ajenos. Y se sintieron extraños porque -admiten sólo algunos, aunque les haya pasado a todos- perdieron el control de la botonera. Confirmaron sus sospechas de que Moyano manejará el partido fiel a su estilo y a sus designios.
Moyano se encargó de que se notara de que no es sólo él quien llegó para presidir el PJ, junto a 48 referentes partidarios de toda
FRENTE COMPLICADO
Mientras tanto, al gobierno de Scioli se le complicó el frente legislativo. Tras tres semanas de intentos, el oficialismo debió postergar una vez más el tratamiento del proyecto de ley que amplía el Presupuesto de
La diferencia tal vez pase porque, en ese último caso, el ministro del área, Ricardo Casal, encabeza una negociación con la oposición en el Consejo de Seguridad en busca de medidas de fondo acordadas. Y en el caso de la ley vinculada a las finanzas, el ministro del área, Alejandro Arlía, denegó cualquier negociación anunciando desde el principio que al proyecto no se le iba a cambiar "ni una coma". En algunos despachos de