El único periódico existente en nuestra ciudad publicó este fin de semana una extensa y destacada nota al director de Orden Hídrico, ingeniero Alberto Del Solar Dorrego, quien fuera condenado a cuatro años de prisión por el asesinato del vecino Alberto Tavella, ocurrido en enero de 2009.

Dicha pena nunca la cumplió en prisión por diversas afecciones de salud que adujo tener, y que  fueron inventadas, ya que se lo observaba recorrer libremente la ciudad burlándose de todos nosotros, de la Justicia y fundamentalmente de los familiares de la víctima, cuyas vidas cambiaron para siempre.

Y si bien por el paso del tiempo ha cumplido la condena judicial. Nunca se ha mostrado arrepentido de lo que hizo, ni tuvo la valentía de acercarse a los familiares de la víctima, pero sí continuó con su animada vida social como si nada hubiera pasado, incluso casándose con su pareja de entonces, a quien luego de que su situación haya mejorado, abandonó con absoluto desprecio.

Por lo tanto, se trata de una persona que aún no cumplió la condena social por sus hechos. Y que fue premiado por la actual gestión municipal con un cargo por el cual le abonamos todos los meses casi 50 mil pesos. Y para cerrar la protección sobre este funcionario y hacer oído sordos a los reclamos sobre su nombramiento, cuenta el Gobierno con la colaboración de los aduladores del poder de turno, como el conductor de noticiero de TV local y el periódico de tirada diaria que le hacen reportajes con asiduidad, tratándolo casi como una eminencia científica en su área, no cuestionando nunca su comportamiento social sobre su responsabilidad en dicho asesinato.

Y para cerrar el círculo de hipocresía que rodea toda esta cuestión, y de la que como sociedad somos cómplices, si este sujeto no se llamaría Del Solar Dorrego, sino Pérez, García, González, Medina o Fernández, seguramente todavía estaría en la cárcel cumpliendo su condena.