Finalmente debieron dejar por un rato las obras para la posteridad, y rebajarse a realizar tareas de mantenimiento, como calificaban despectivamente a la gestión anterior cada vez que anunciaban la repavimentación de alguna esquina intransitable desde décadas atrás.
Para arrancar, comenzaron con las intersecciones de Belgrano e Irigoyen y Dorrego e Hilario Lagos. Así que los primeros agradecidos serán los amortiguadores de los vehículos rojenses.
Por ahora no lo han dado a publicidad, ni siquiera a través de la prensa adicta, se ve que estas obritas de menor envergadura les dan vergüenza, o será porque los montos que se manejan son menores.
Ser o parecer. Parecer o ser. Morder o no morder. Esa es la cuestión.