La ciudad

El Gobierno municipal cerró el fin de semana con ladridos y ritmo de cumbias

El viernes a la tarde comenzó a circular por las redes sociales un video con la actuación de empleados municipales cazando literalmente con suma crueldad a cualquier perro que se cruzara en su camino.

Como consecuencia de la repercusión que tuvo esta filmación, comenzaron a aparecer comunicados y declaraciones oficiales del Municipio, intentando básica y burdamente despegarse de cualquier responsabilidad ¿Yo Señor? No Señor. Yo no fui. Lavado de manos diría Poncio Pilato.

Y sus discípulos se apuraron en mostrarse preocupados por la situación, realizando declaraciones tendientes a repartir responsabilidades con la población, intentando echar las culpas a los dueños de mascotas que no las cuidan debidamente.

Y se olvidan que quienes gobiernan son ellos y tienen toda la potestad para tomar decisiones que puedan dar solución a este y a cualquier tema, siendo conscientes que no van a dejar conformes a todos los ciudadanos, pero que es su tarea definir estas cuestiones con medidas que tengan en cuenta el bienestar general de los ciudadanos, aunque resulten ingratas para algunos sectores.

Y bancarse las consecuencias de sus acciones es una premisa que tiene que tener en claro quien pretende gobernar una ciudad, provincia o nación.

Y como para que el fin de semana fuera completo, organizaron este domingo por la noche un espectáculo de música dirigido a los jóvenes, en el Prado Español, lo que originó criticas principalmente de los vecinos del lugar, atento a que el lunes es un día laborable y esto no permitió un normal descanso. Además, de que, paro docente mediante, comenzaran las clases para la Escuela Secundaria, y desde el Estado promueven un festival que se extiende hasta las 2 o 3 de la madrugada, haciendo que los adolescentes que concurrieron, muy probablemente no vayan a clases.

Para ir cerrando, lo mejor que podría ocurrir, es esperar que ejerzan el poder y realicen actos de gobierno, sin demagogia, sino con sensatez. Porque estos funcionarios que intervinieron en estos sucesos, demostraron tener menos sensibilidad que Donald Trump.

Y esperemos que toda esta problemática de los perros no hay sido solo una cuestión de celos del director de Bromatología, Veterinario Daniel “CasiRossista” Gallo, porque estos últimos amaneceres el canto de sus colegas ya no despierta a nadie, lo hacen los canes con sus ladridos.

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