En una actitud para nada componedora, sino más bien provocativa, Rossi les ordenó a sus funcionarios salir a juntar algo de los residuos que se están acumulando en las calles con motivo del quite de colaboración de los empleados municipales como medida de fuerza en el reclamo por aumento de salarios.
Parece que el humo de los neumáticos que él mandaba quemar cuando estaba en la oposición se le volvió en contra y no encuentra el antídoto para su propia metodología.
Estas demostraciones de hipocresía por parte de estos funcionarios mercenarios, solo han exacerbado los ánimos de los empleados movilizados y sus representantes sindicales, lo que seguramente entorpecerá cualquier atisbo de pronta y justa solución a sus peticiones.
En esta oportunidad no vamos a entrar en la descripción de supuestos incidentes ocurridos en el Corralón, pues eso sería distraer el enfoque de los verdaderos motivos de las demandas de los trabajadores; y esto es la que hay que resolver primero.
Núñez sintetiza la caricatura patética de todos los que hoy hicieron de voluntarios, ya que como se dice vulgarmente: “si la vamos a hacer, vamos a hacerla bien” y ellos solo realizaron esta bufonada para la foto.
Si iban a recolectar algo de los residuos acumulados lo deberían haber hecho en los barrios, donde con las lluvias se potencia la posibilidad de que se obstruyan los canales de desagüe y se acumule mucha agua. Pero claro, en estos lugares y, por estos días, Núñez y compañía no se pueden asomar ni volando con un dron.
Estas jornadas de reclamos salariales por un aumento decente frente al brutal incremento del costo de vida, están demostrando con total claridad que, una situación es vanagloriarse con total razón por los logros alcanzados en obras de infraestructura con dineros de la Provincia o Nación; pero otra cosa distinta es lograr generar recursos propios municipales y, administrarlos honesta y eficazmente.
Y en esto último están fallando groseramente en perjuicio de los propios trabajadores municipales, ya que han generado tantos cargos políticos con sueldos promedios que significan entre 9 y 10 salarios mínimos de un municipal, que están en un cuello de botella del que aparentemente solo saldrán provocando danos con los vidrios rotos a los más débiles.
Lograron el record histórico de cantidad de empleados, pero eso hace que no puedan mejorarles su sueldo. Entonces se da la paradoja que hay más trabajo municipal y eso genero más pobreza entre estos asalariados.
Mal que les pese la siguiente frase a los radicales rojenses convertidos al cambiemos: “la única verdad es la realidad” y esta realidad es su mayor logro; Rossi va a llevar su salario con estos porcentajes que maneja de aumentos a casi 170 mil pesos y dejará a un agente que trabaja seis horas diarias en poco más de 6 mil pesos
No son opiniones, son hechos, no palabras.
