En una patética actitud que marca la clase de personas que son, los Ro y Ri de Almar presionaron como han hecho siempre a sus empleados, en este caso  para que concurran todos a la entrada de la fábrica a pretender ingresar por la fuerza rompiendo el piquete.

Es decir: pobres contra pobres. Estos pseudo-empresarios se aprovechan de la desesperación por sobrevivir de la clase trabajadora que está viendo que se le cierran todas las oportunidades para vislumbrar un futuro para su familia.

Con este comportamiento social, nuestra mente recupera la memoria de la historia contemporánea de estos personajes que viven presionando a la sociedad sobre las consecuencias que su cierre tendría sobre la ciudad, y en nombre de eso, actúan con total impunidad, sabiendo que siempre serán salvados por un Estado cómplice y corrupto, de sus desmanejos y despilfarros.

Los vecinos que tengan actualmente de 47 años para arriba, recordaran que en el año 1977 no dudaron en quemar su fábrica, provocando la angustia de todos los vecinos de la manzana que no recibieron nunca una llamada para ver que necesitaban. Después de eso construyeron su actual planta. Casualidades de la historia.

Y ahora siguen aprovechándose de estos aprietes y esperan que mañana el Estado a través del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires les entregue el dinero que necesitan para pagar las indemnizaciones. También presionan a los obreros con que el dinero que ingrese por las ventas de los próximos 5 días se utilizara para el mismo fin.

Para finalizar y respetar a todos los trabajadores no colocaremos fotos del actual momento que es muy difícil, repetimos, la empresa se aprovecha y coloca a pobres contra pobres.

Nuestros respeto a todos los trabajadores que son rehenes de estos patrones de estancia que como los dinosaurios no se extinguen nunca.