Al radical Eduardo Quiri la intendencia de la localidad bonaerense de Rojas le cayó como peludo de regalo, por ser el primero en la nómina de concejales electos, al asumir el ex jefe comunal Norberto “Chano” Aloé (justicialista) una diputación provincial.
El tema es que un radical no suena precisamente como una música maravillosa en los oídos de los funcionarios y militantes peronistas, quienes han iniciado una especie de sublevación en contra de su nuevo jefe, y ante la ausencia de Aloé, quien no puede disciplinar la tropa por graves problemas de salud que lo acosan.
Uno de los amotinados es el secretario de Gobierno, Edgardo Vilar, ex mano derecha del otrora legislador Alberto “Vicky” González, quien ya no reporta a Quiri, un hombre que carece de carisma, capacidad de persuasión de ejecución, y que como si fuera poco enfrenta serios problemas con los empleados municipales, que viven de paro en paro.
Ya ha sufrido varias deserciones del gabinete, Eduardo Quiri. Uno de ellos es el ex secretario de la Producción, Aldo Saia, y otro es el secretario Vial Juan Manuel Azzaro, y se comenta que el director del Hospital Municipal, Agu Peretti, en breve dejaría su cargo. Pero al intendente esto parece no importarle, y acaba de nombrar a su hijo como secretario privado con un jugoso sueldo.
Tampoco Quiri contiene a la tropa del PJ oficialista, ya que el vicepresidente del justicialismo de Rojas, Abelardo Expósito, blanqueó sus intenciones de sucederlo como intendente de Rojas.
Fuente: Agencia NOVA