Alrededor de la 1.30 de la madrugada de este jueves, se desató la furia de un viento huracanado que causó numerosos inconvenientes en toda la ciudad, resultando lo que más altero las actividades diarias de todos los vecinos, el corte de agua que se mantuvo hasta las trece horas aproximadamente.

Hubo caídas de ramas y árboles completos, postes del cableado eléctrico, calle anegadas, corte del suministro de energía y dos voladuras de techos. Todo esto demandó la intervención de los Bomberos Voluntarios, quienes debieron multiplicarse para hacer frente a los efectos de está violenta tormenta, que dicen algunos podría caberle la definición de cola de tornado.

La cuestión es que una vez más debemos agradecer que estas cosas ocurran en horarios en los cuales es nula la actividad en las calles, lo que evita desgracias irreparables.

Los operarios de Clyfer se encuentran trabajando desde un primer momento, para hacer que todo lo que depende de su energía, vuelva a la normalidad.

Por último y, debido al corte de abastecimiento de agua, se suspendieron las clases en el horario de tarde de algunos establecimientos educativos.