El Poder Hoy

El maccarthismo K

LA PLATA, Abril 19.-Cinco décadas después de la muerte de este siniestro personaje, la Argentina tiene su propio maccarthismo, que está encabezado por Néstor Kirchner y su séquito de aplaudidores que han iniciado una suerte de campaña para correr a todos aquellos que tengan una voz distinta a la de los mandamientos salidos de la Quinta de Olivos.

 

Este accionar no sólo atañe al Gobierno nacional, sino también a la provincia de Buenos Aires, donde el ex presidente en funciones sigue con atención, y con lupa, cada una de las declaraciones que realizan los funcionarios que secundan a Daniel Scioli. Por eso, ni bien Santiago Montoya se atrevió a hablar en contra de las candidaturas testimoniales, que incluían su posible postulación como concejal en San Isidro (un distrito donde seguramente iba a sufrir una estrepitosa derrota), Kirchner le bajó el pulgar. En su cruzada desesperada por mantener el poder y frenar la debacle política, el kirchnerismo considera que el fin justifica los medios y ni siquiera hay lugar para los tibios.

 

¿Qué pasará entonces con los intendentes oficialistas que se nieguen a ser candidatos a concejales?

 

¿A ellos también se los obligará a renunciar, poniendo en riesgo la gobernabilidad de los municipios? En la lógica kirchnerista, todo es posible y poco importa la salud de las instituciones.

Pese a los aprietes K, no son pocos los funcionarios provinciales que, por lo bajo, cada vez disparan más críticas contra el ex presidente. “Más allá de lo que se diga en público, en este ministerio somos todos antikirchneristas. Ahora no lo podemos decir, pero no siempre va a ser así. Hay que entender al gobernador, tienen las manos atadas para diferenciarse”, le dijo a Hoy un estrecho colaborador de uno de los ministros más importantes de la Provincia. Y la situación se repite en varias reparticiones.

 

Por el momento, las disidencias sólo pasan por comentarios en off. El gobernador Daniel Scioli está atravesando por una difícil situación, en la que está en juego su futuro político y la estabilidad de la principal provincia del país. La amenaza de que vuelvan los patacones (algunos ya hablan de la irrupción de un “bono patriótico”) está latente, dado el creciente déficit que arrastran las cuentas provinciales y la falta de financiamiento. Por eso, la dependencia de Scioli con la Casa Rosada no es tanto política, sino más bien económica. Y los kirchneristas le hacen sentir el rigor ya que, pese a la fidelidad política del mandatario provincial, desde hace meses vienen retaceando el envío de recursos coparticipables.

 

El despido de Montoya también implicó una reestructuración del gabinete. Scioli optó por cubrir los baches generados con hombres que responden al jefe de Gabinete, Alberto Pérez, es decir, sciolistas puros y que respaldan las listas testimoniales. “Acá no hay librepensadores, Alberto Pérez y Scioli opinan lo mismo. Daniel estaba muy enojado con Montoya por sus declaraciones y, antes de echarlo, le había pedido que se rectificara”, aseguran algunos conocedores de los derroteros políticos de calle 6.

 

No son pocos los que creen que Montoya, con sus críticas, en realidad buscaba que lo echaran, ya que resultaba evidente que no quería ser parte del proyecto K. El recaudador, a diferencia del discurso oficial, ya venía alertando que la crisis va a impactar con dureza en la Provincia. Reconocía que la recaudación, indefectiblemente, iba a estar muy por debajo de lo previsto en el presupuesto 2009 y que la situación recién podría empezar a mejorar a mediados del año que viene, en caso de que haya viento a favor.

 

Su salida prácticamente le garantiza un lugar en la oposición. Podría sumarse al armado electoral que está haciendo el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y que también incluye a otro peronista díscolo como es el ex defensor del pueblo de la Nación Eduardo Mondino, que será el candidato a senador nacional en la lista de Schiaretti.

 

Tampoco se descarta que el ahora ex jefe de los sabuesos bonaerenses se integre del PJ disidente en la Provincia. Y, además, tiene un ofrecimiento del Pro para sumarse al gobierno porteño. “Es una persona valiosa, y la gente valiosa siempre tiene las puertas abiertas” en el frente Unión-Pro, respondió ayer Mauricio Macri cuando se le preguntó sobre la posibilidad de sumar al saliente titular de ARBA.

 

La inestabilidad política configura un panorama complicado, ante una crisis que, más allá de los pronósticos optimistas del oficialismo, ya está causando estragos en nuestro país.(Fuente: DIARIO HOY)

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